lunes, 5 de noviembre de 2012

EFECTOS DEL MOVIMIENTO HUELGUÍSTICO MAGISTERIAL 2012 *


Son indiscutibles las determinaciones de lo que hace (o no hace) el magisterio en el desarrollo educacional del país. Por ello -ante el último movimiento huelguístico de los docentes peruanos- importa establecer sus posibles efectos en la dinámica socio educativa del país. Señalemos algunos: (a) Efectos en el estudiantado; (b) Distanciamientos del magisterio ante el Gobierno de Ollanta Humala; (c) Reactivación sindical con signo diferente; y (d) Lucha por la hegemonía dirigencial en el SUTEP.


LOS ESTUDIANTES AFECTADOS.

Según nuestros estimados, alrededor de 4 millones 845 mil estudiantes de la Educación Básica han sido involucrados de manera directa y en fechas diferentes por la paralización de los maestros entre el 20 de junio al 13 de octubre del presente año (ver Cuadro Nº 1). Este 77% de estudiantes de escuelas y colegios estatales, ciertamente mermará en sus aprendizajes en el presente año, sin que sirva sustantivamente el paliativo de la “recuperación de clases” (1). Seguramente la Evaluación Censal de Estudiantes que se aplicará en la primera semana de diciembre (ECE 2012) va a corroborar esta situación.


 

MAGISTERIO VS GOBIERNO DE OLLANTA

En las últimas elecciones presidenciales, los docentes votaron por Ollanta Humala en un 41% y 77% (primera y segunda vuelta). Pero -al no ser atendidos en sus demandas- unos 261,609 docentes (77% del magisterio nacional) ha paralizado sus labores en el presente año, tomando distancia del actual Gobierno. Paralizaron también docentes contratados, pertenecientes a la nueva Ley de Carrera Pública Magisterial y Nacionalistas.

A pesar de la huelga, los tres requerimientos centrales del magisterio han sido desatendidos:

Pago de la “deuda social al magisterio”.- Equivale a un promedio de 47,939 nuevos soles legalmente reconocidos y no cancelados a unos 376,241 docentes (195,759 activos y 180,482 cesantes que pertenecen a la vigente Ley del Profesorado);

Incremento de remuneraciones.- El promedio salarial actual del magisterio es de 1087 nuevos soles, congelados por el gobierno aprista desde el 2006. Últimamente, a raíz de la huelga, solamente se les ha concedido un bono de 300 nuevos soles por única vez y;

Régimen laboral unificado.- Para ello se pide derogar la impuesta Ley 29082 de Carrera Pública Magisterial y no promulgar el Proyecto de Ley de Reforma Magisterial que actualmente se discute en el Congreso, pues los docentes asumen que es continuidad de la anterior (2).

La desatención a estos tres requerimientos ha dejado a un magisterio resentido contra el Gobierno y desilusionado con las promesas de Ollanta Humala, a pesar que desde el 22 octubre se inauguró una mesa de diálogo para abordar estos temas.

 
REACTIVACIÓN SINDICAL, CON SIGNO DIFERENTE.

El SUTEP estaba en crisis, pero ahora aparece reactivado, aunque de manera desigual y con motivaciones acordes a la sociedad de consumo.

Los docentes ya no luchan “porque se hacen cada vez más pobres”; sino porque “desean ganar más para consumir más”. Y –en la medida que el gremio atienda a estos intereses- no les importa sustantivamente las opciones políticas de los dirigentes.

Por ejemplo, en las elecciones del 2006, solamente un 2.4% de los maestros votaron por Alberto Moreno; pero, la organización política del mismo (MNI o PR) controlaba 25 cargos de los 28 del Comité Ejecutivo Nacional del SUTEP. En las mismas elecciones, Lourdes Flores obtuvo un 14.7% del voto magisterial, pero su organización política no tiene mayor presencia en la dirigencia nacional, intermedia o de base del SUTEP.

 
LUCHA POR LA HEGEMONÍA DIRIGENCIAL Y RADICALIZACIÓN.

Constatamos que hay un alto sentido de pertenencia al SUTEP por parte de los docentes peruanos (aunque formalmente no estén empadronados); pero, es evidente que existe crisis de dirección. Esto se evidenció en los cuatro momentos del movimiento huelguístico magisterial 2012 (ver Cuadro Nº 1).

Se perfilan tres grupos disputando la hegemonía en la dirigencia del SUTEP:

CONARE-Condori.- Ellos iniciaron el movimiento huelguístico el 20 de junio, con un 24.6% de acatamiento que se estabilizó en un 22%, ante la campaña mediática y del CEN-SUTEP acusando a su dirigencia de pertenecer al MOVADEF (Sendero-Acuerdista).

El grupo dirigido por CONARE-Huaynalaya-Pantoja (relacionado a la tendencia de SL-proseguir) solamente consiguió paralizar un 3% del magisterio nacional, desde el 15 de agosto.

PATRIA ROJA.- Controla el Comité Ejecutivo Nacional (CEN SUTEP) que está oficialmente reconocido. Convocó a la X Huelga Nacional del SUTEP (5 septiembre al 5 octubre), que fue acatada por un 42% y 53% del magisterio peruano (inicio y fin). Confluyeron allí, los grupos llamados “democráticos”, “nacionalistas”, “sutes-regionales” e “independientes”. Las masivas movilizaciones, el tener una propuesta de Nueva Ley del Profesorado, su deslinde con Sendero y el haber tenido un comportamiento gremial, acorde a la legislación aceptada por el sistema, les ha permitido ser considerados como la “contraparte válida para el diálogo”, por las autoridades del Gobierno. El problema está que muchos maestros de base se sienten dolidos por la suspensión de la medida de fuerza, sin mayores logros.

SUTES REGIONALES.- En el cuarto momento de la Huelga magisterial, un 11% de los docentes mantuvo –por una semana- la huelga suspendida por el CEN-SUTEP. Confluyeron aquí los grupos dirigidos por Huaynalaya-Pantoja (un 3%) y, fundamentalmente, los auto denominados SUTES Regionales (un 8% de la Regiones de: Lambayeque, Pasco, Cusco, Apurímac y Callao) que no quieren ser confundidos ni con Sendero, ni con Patria Roja.

Analizando los comportamientos globales, podemos advertir que las opciones políticas de los maestros de base guardan distancia a las que tienen las dirigencias del CEN-SUTEP y de los dos CONAREs. Siendo así, es posible predecir una suerte de pugna interna para hegemonizar la dirigencia del SUTEP. Para ello, las diversas posiciones que pugnan por dirigir el SUTEP querrán poner en evidencia que tiene mejores argumentos de lucha.

Y todo ello, se podrá manifestar en acciones de fuerza (inicios del 2013), que buscarán retomar los tres ejes de reivindicación de los maestros de base, generando un contexto que puede enturbiar las acciones embrionarias de cambio emprendidas por el actual Gobierno en el Sector. Aún más –como posibilidad preventiva o curativa- quizás este contexto ponga a la orden del día, el recambio de los grupos progresistas que actualmente son autoridades en Educación. ¡Y una vez más, la pregonada revolución educativa en bien de nuestro Pueblo quedará en el olvido!

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* El presente artículo ha sido publicado en la virtual Revista Ideele Nº 224. Lima, IDEELE, octubre 2012.

(1) Una profesora rural de Puno me dijo sobre la recuperación: “Es una política de ‘cumpli-miento’. Yo cumplo formalmente, pero en el fondo miento”.

(2) Un sector del magisterio solicita la vigencia de la Ley del Profesorado (1984, 1990) con modificaciones; y otro sector del CEN-SUTEP postula una “Nueva Ley del Profesorado”. Nadie acepta ni la Ley impuesta por el APRA, ni la que busca aprobar el actual Gobierno.