¡Por fin, parió Paula! El viernes 02 de junio 2016 se promulgó la
Resolución Ministerial Nº 281-2016-MINEDU, aprobando el “Currículo Nacional de
Educación Básica” (CNEB). Se trata de un instrumento que establece las
previsiones formativas de nuestro Pueblo y a nivel nacional, para los próximos
años. Es decir, se señala lo que se debe enseñar y aprender en Educación Básica
Regular (Inicial, Primaria y Secundaria), en Educación Básica Alternativa y en
Educación Básica Especial. ¡No es poca cosa lo que se ha decidido y aprobado,
en medio del ruido electoral de estos días! Si el CNEB se pone en marcha desde
el 2017 –como se señala en el dispositivo legal- unos 7 millones 800 mil
estudiantes del país se verán involucrados y no menos de 480 mil docentes
tendrán que reorientar su trabajo curricular, a tono de las nuevas
orientaciones.
Currículo y derecho a la educación.
En la Pedagogía contemporánea, hablamos de “Currículo, como construcción
social”, partiendo de la aceptación de que la educación es un derecho. En el caso peruano, “la
educación es un derecho fundamental de la persona y de la sociedad. El Estado
garantiza el ejercicio del derecho a una educación integral y de calidad para
todos y la universalización de la educación básica” (Ley 28044, General de
Educación, Artículo 2º).
Si la educación es un derecho, éste es exigible, irrenunciable e
indivisible. O sea, todo peruano y peruana puede exigir educación “integral y
de calidad”; no puede renunciar a este derecho; pero, tampoco puede tener una
alternativa de cumplir este derecho a la educación, renunciando a otro
(digamos, o estudias o trabajas).
Aún más, todos los peruanos y peruanas somos sujetos del derecho a la educación; y –por ello- tenemos la
potestad de tomar decisiones sobre cómo ejercerlo. Como Pueblo, tenemos el
derecho a la “consulta previa” y también a tomar la “decisión previa” de cómo
debe ser nuestro proceso formativo. Y en este sentido, en un enfoque de
“educación como derecho”, todo currículo debe ser “construcción social”.
Como lo precisa el Reglamento de la Ley General de Educación, recordado
también por la R.M. 281: “La construcción de este currículo es fruto de un
proceso de consulta amplia con la comunidad educativa, las organizaciones
sociales y comunales, otros agentes del Estado y la sociedad civil. En la
Educación Básica Alternativa, incluye la participación de los estudiantes, a
través del Consejo de Participación de Estudiantes” (D.S. Nº 011-2012-ED, Art.
27º).
Quien escribe estas líneas está inmerso en el trabajo de la Educación
Básica Alternativa (EBA), desde hace unos cinco años. No he sabido de ninguna
consulta a los actores de la EBA y muchos menos a los COPAEs que se organizan
en esta modalidad.
Pero, aceptemos que hubo algún nivel de “consultas formales” para el caso
de EBR, ¿qué aspectos positivos y qué limitaciones encontramos en el nuevo
CNEB? ¿Qué desafíos se vislumbran en el corto y mediano plazo?
LO POSITIVO
1.
Después
de más de 9 años, se cumple la Política 5.1 del PEN que manda tener un “Marco Curricular
de alcance nacional”, el cual debe conllevar “Currículos Regionales
Diversificados” (Política 5.2 del PEN y
CNEB, p. 108-110).
2.
Se
coloca valla alta en la educación, con 8 niveles de estándares que se complejizan.
3.
Explícitamente
se colocan aprendizajes referidos a la metacognición y a la formación científica
y tecnológica desde Educación Inicial. El emprendimiento se promueve en
Educación Secundaria.
LO NEGATIVO
1.
No ha
existido una masiva “consulta previa”, ni mucho menos “decisión previa”. No se
ha conseguido un “currículo, como construcción social”. En Educación Básica
Alternativa (EBA) ni siquiera sus Actores han sido informados. En esta Modalidad,
se incumplió la Ley que ordena consultar a los mismos Estudiantes, organizados
en los COPAE.
2.
No hay
precisión, respecto a los propósitos del CNEB. Las 23 competencias obligatorias
establecidas se oriental hacia un PERFIL DE EGRESO algo difuso, sin nexo
explícito al tipo de País o Región que se busca construir.
3.
La
positiva valla alta en calidad educativa suena a ilusión al no señalarse los
prerrequisitos necesarios, ni establecerse cómo se cumplirán. Quienes pugnan
por una baja calidad educativa para nuestro Pueblo encuentran aquí el pretexto
para señalar que se trata de una propuesta inviable y no realista.
4.
El CNEB
sólo considera explícitamente la ADECUACIÓN CURRICULAR para la EBA y EBE
(p.110-112). Esto no solamente va contra la Ley que habla de la diversificación
curricular para la Educación Básica (sin distinciones), sino también atenta
contra los intereses y rasgos de quienes estudian en esta Modalidad. Importa que en la EBA y EBE exista
DIVERSIFICACIÓN CURRICULAR, pues sin ella la formación que se brinda en los
CEBA seguirá siendo de pésima calidad y ajena a los rasgos de los jóvenes y
adultos que estudian allí. Aún más sin diversificación curricular en la EBA no
se atenderá a cerca de 10 millones de jóvenes y adultos que no han culminado su
Educación Básica en el Perú y que son potencial demanda (no atendida) de la
EBA, incumpliéndose el mandato de “universalización de la Educación Básica”.
DESAFÍOS.
1.
Avanzar
cuanto antes hacia la construcción social de CURRÍCULOS REGIONALES
DIVERSIFICADOS, reconoc8iendo avances como el Proyecto Curricular Regional de
Puno (PCR, Puno).
2.
Explicitar
la necesaria DIVERSIFICACIÓN CURRICULAR en la EBA y EBE. Así como en el 2009
hubo un “Diseño Curricular Nacional Básico” para la EBA, también ahora debería hacerse
una diversificación, según las expectativas y contextos de la disparidad de
jóvenes y adultos, que tienen derecho a una educación.
3.
Deben
señalarse con claridad los fines del CNEB con historicidad. El CNEB y los
Currículos Regionales deben enlazarse a concretos Proyecto de País y de Regiones.
4.
Señalar
los prerrequisitos necesarios para poner en marcha el nuevo CNEB, con su
correspondiente estrategia de concreción. En el corto plazo, los Docentes deben
ser re-formados y los Estudiantes deben mejorar en sus Condiciones de
Educabilidad. Sin estas tarea, el CNEB será letra muerta.
5.
Hay que
reconocer que el nuevo CNEB se da en un contexto de cambio de Gobierno. Las
nuevas autoridades deberían asumir con criticidad los avances que ha realizado
el actual Ministro y Gobierno.