martes, 16 de agosto de 2011

¡LA ESPERANZA YA VENCIÓ AL MIEDO! Y AHORA: ¿EL MIEDO VENCERÁ A LA ESPERANZA?*

Con la victoria de Ollanta Humala a la Presidencia de la República (2011-2016), en la comunidad educativa peruana -principalmente docentes de base, especialistas progresistas y organizaciones sociales ligadas a la educación- se ha suscitado un entusiasmo colectivo: ¡estamos ante una oportunidad histórica de cambiar la educación del país! Los padres de familia son más cautos y mucho más los mismos estudiantes.

Podemos decir que -en general- la esperanza de cambio se ha mantenido más allá de los momentos que el nuevo Gobierno ha suscitado con sus gestos o palabras, en relación al Sector Educación.


CINCO MOMENTOS

¿Cuál ha sido el discurso y los gestos del Candidato-Presidente Ollanta Humala y de “Gana Perú” respecto a la Educación Peruana? 

No creo que exista un proceso uniforme y  lineal, en el nuevo Grupo Gobernante. Precisando una reflexión anterior, podría decir que –en menos de seis meses- se identifican como que cinco momentos de comportamientos sociales que se ratifican, rectifican y/o amplían. 

1.Primer momento: Antes de la Primera Vuelta.- Ollanta Humala –en diversos Discursos y en su Plan de Gobierno- habló de: (a) Acabar con la inequidad y desigualdad social, también educativa; (b) Aplicar los seis Objetivos Estratégicos del Proyecto Educativo Nacional al 2021; (c) Modificar la nueva Ley de Carrera Pública Magisterial, LCPM; y (d) Cambiar sustantivamente el sistema universitario, en función al desarrollo del país. A todo ello, le denominó: “Revolución Educativa”. De alguna manera, utilizó una plataforma de izquierda y con ello sacó un 31.7% del voto válido en el conjunto de la población y un 42.4% en la población docente. En este primer momento -ante la satanización de su candidatura por parte de la Derecha peruana- prometió hasta la saciedad una “gran transformación” y que –para ello- “la esperanza debería vencer al miedo” que propugnaban los grupos de poder.

2.  Segundo momento: Antes de la segunda vuelta.- El Candidato Ollanta dejó de lado  su Plan de Gobierno y asumió la denominada “Hoja de Ruta”, postulando abiertamente un “Gobierno de Concertación Nacional”, sin cambiar el modelo económico. En términos sectoriales, ya no habló de “Revolución Educativa”, ni de cambio en la nueva LCPM. En la “Hoja de Ruta” postuló seis puntos específicos en educación: (a) Programa Cuna más; (b) Becas de posgrado; (c) Capacitación docente; (e) Desayuno, almuerzos escolares y salud preventiva para los alumnos; (f) Atención preferente a escuelas unidocentes y multigrados; y (g) Dotación de agua potable, desagüe y electricidad para las escuelas públicas. Todo ello como medidas sectoriales dentro del “desarrollo con inclusión social”. De alguna manera, el candidato Ollanta se corrió al Centro, en diálogo con personas visibles como Alejandro Toledo y Mario Vargas Llosa. Esto le valió ganar las elecciones presidenciales con un voto válido de 51.40% en el conjunto de la población y un 83.9% en la población docente.

3. Tercer momento: Selección del Gabinete.- Algunos han comenzado a hablar de que el Presidente Ollanta Humala “ganó con la izquierda y gobierna con la derecha”, en alusión a las dispares ideologías de las personalidades escogidas para integrar su primer Gabinete.
    
     En realidad, los diversos Ministerios tienen como titulares a algunas personas de derecha, muchas de centro y pocas de izquierda. En este arco iris, la amiga Patricia Salas fue seleccionada como Ministra de Educación y se le puede considerar como del último grupo.   

    La flamante Ministra tiene un perfil más técnico-profesional que político. Y -aunque ella no quiera- está representando a un sector progresista que apuesta por los cambios.  

     Pensamos que la selección de Patricia Salas como Ministra de Educación se debe a que combinaba dos criterios: ser mujer y tener capacidad profesional para la “inclusión educativa”, es decir, poder concretizar la “inclusión social” en el sector educación.

Sin embargo -más allá del MED- la presencia de personas progresistas y de izquierda en diversos estamentos del Gobierno Central no puede quedar desapercibida. Es más, cualquier fracaso del actual Gobierno será tipificado como un “fracaso de la izquierda”, aunque ésta solamente tenga presencia minoritaria en este Gobierno de Concertación Nacional. En el mejor de los casos, alguna gente de izquierda “está en el gobierno, pero no está en el poder”.

4.    Cuarto momento: Discurso del 28 de Julio 2011.- En el Discurso de asunción de mando, el Presidente Ollanta Humala habló de juntar “crecimiento económico e inclusión social”. Se insinuó así que en sectores como educación se debería avanzar hacia una “inclusión educativa”, concretizada   en cuatro medidas: (a) “Cuna más” con desayuno y almuerzo en las escuelas de los 800 distritos más pobres; (b) Jornada de 8 horas de estudio; (c) “Beca 18”; y (c) Reforzamiento del sistema de acreditación universitaria, ya existente. En realidad, los anuncios presidenciales para el Sector Educación fueron muy pobres, siendo lo más novedoso la medida de aumentar la jornada de estudios.

5.    Quinto momento: La concreción de la “inclusión social en educación” mediante el PEN y con personas progresistas.- Pasadas cerca de tres semanas del nuevo Gobierno, en Educación se respira un ambiente interesante de cambio. Personas progresistas están ocupando los principales puestos de decisión en el Ministerio de Educación (MED). Se trata de un equipo de trayectoria más técnico-profesional que política, que está apostando por la concreción del PEN ya no como “punto de partida”, sino como “meta”.

Pienso que la alusión al PEN -en el primer momento de los cinco que estamos analizando- fue obra de los autores del Capítulo de Educación en el Plan de Gobierno de “Gana Perú”. Estos autores señalaron textualmente  que el PEN era un “punto de partida”. Pero, la selección de un Titular del Sector que fuese del sexo femenino y que garantizase “inclusión social en educación”, coincidió con una persona que integró y presidió el Consejo Nacional de Educación (CNE), entidad que lideró la construcción social del PEN. A partir de esta selección, se explica la convocatoria de personas progresistas que –de manera directa o indirecta- asumen la bandera del PEN. Una bandera que –ante la crisis de la educación peruana- resulta una transformación de veras importante y profunda.

No podemos negar que hay personas de izquierda y progresistas “en el Gobierno” dentro del Sector Educación. Sin embargo, la cuestión central es si ellas de veras están “en el poder” para tomar decisiones sustantivas de cambio, por ejemplo, en la orientación curricular, en la modificación de la nueva Ley de CPM, en políticas de moralización del Sector, en modificaciones en las políticas de Educación Básica Alternativa o de Educación  Intercultural Bilingüe  y, fundamentalmente, en cuanto a montos presupuestales.


LA ESPERANZA DE CAMBIO


6.    La victoria de Ollanta Humala suscitó en varios sectores de la comunidad educativa una esperanza de cambio, con contenido y finalidad   diferentes en cada grupo (1). Antes de la toma de mando -en la comunidad educativa limeña- destacaron la reunión de dos núcleos  afines al todavía Presidente Electo. Un grupo –de maestros y maestras de base- tenían sus sesiones por el Paseo Colón; y el otro –integrado fundamentalmente por técnicos y especialistas- se juntaban por otro lado. En ambos, formal y aparentemente se respiraba la “esperanza de cambio”. En los dos grupos se recordaba que “la esperanza había vencido al miedo”.

7. En Lima constatamos que en la medida que se ha ido conociendo la nómina de seleccionados para los puestos de mando en el MED, uno de los grupos se viene desintegrando. Y al revés, el grupo de los maestros de base se ha ido articulando cada vez más. 

    Varios eventos en la primera quincena de agosto, así como debates-informes usando las redes sociales, dan fe de un magisterio que está despertando, no solamente en la Capital de la República, sino en varios lugares del país.  De manera masiva, los/as docentes acuden a debates socio-educativos presenciales o virtuales. Su esperanza  de cambio no ha declinado, aunque no tengan ninguna aspiración a puestos de dirección, ni pertenezcan orgánicamente al Partido de Gobierno.

8. La prédica inicial de la Ministra Salas y de sus Vice Ministros señalando la necesidad de hacer cambios en el Sector, teniendo como eje al PEN ha tenido eco positivo. Sin embargo, hay aspectos que están siendo percibidos con cierta ambigüedad, aunque todavía no se percibe un rechazo explícito (2) ¡Las nuevas autoridades del MED son vistas con expectativa! ¡Todo esto genera una sensación de que la esperanza venció al miedo!


¿QUIÉN PUEDE MATAR LA ESPERANZA DE CAMBIO?


9.  No creo que “el miedo mate la esperanza de cambio” en la educación o en el conjunto de la sociedad peruana. El “miedo” es simplemente un estado de ánimo de llegar a un final negativo, ante un peligro o incertidumbre. La “esperanza” es lo contrario. Es también parte de la subjetividad; pero positivamente se siente y asume que uno debe llegar a un final feliz. El miedo conlleva un rasgo paralizante; la esperanza nos impulsa a siempre avanzar. Por ello, el miedo y la esperanza más bien se sustituyen, condicionados por otros factores externos a los sujetos.

En el caso de un cambio educativo o del conjunto de la sociedad, es la orientación que asume ese cambio quien genera adhesiones o rechazos de personas, grupos o clases sociales. Las personas, grupos o clases aceptan o se oponen a los cambios, en la medida que ellos sirven o recortan sus intereses o necesidades. Y quienes llegan a la conclusión que los cambios finalmente sirven a sus intereses o necesidades, tienen esperanza en ellos. Por el contrario, si se cree que las transformaciones vulneran sus intereses y necesidades, entonces, ellas generan miedo. Detrás de los miedos o esperanzas, se encuentra la conciencia de cómo las medidas afectan a los propios intereses o necesidades. Y todo ello, finalmente, genera adhesiones o rechazo de las personas, grupos o clases sociales quienes actúan de manera organizada, en función a sus esperanzas o miedos.
  
10. Acerca de lo dicho, pongamos un ejemplo que tiene que ver con lo económico. Analicemos la promesa presidencial de aumentar la jornada escolar a 8 horas de clase. Si esto comienza a cumplirse con la población pobre del país, se supone que: (a) Se busca mejorar la calidad, equidad y pertinencia de lo que se enseña y aprende; (b) Hay exigencia en ampliar la infraestructura educacional, pues ahora los locales escolares están pensados para dos o tres turnos; (c) Debe modificarse la metodología de enseñar y de aprender, lo cual tiene como prerrequisito la capacitación y la mejora en los desempeños docentes; (d) Los educandos deben tener por lo menos un almuerzo balanceado, pues no pueden estar con estómagos vacíos durante 8 horas; (e) Los docentes deben trabajar más horas y, por lo tanto, ganar más; (f) Los equipos y los recursos de enseñar y de aprender deben ampliarse y mejorarse; etc. Pero, para cumplir todo lo antedicho, hay necesidad de:
  •    Tener capacidad de gestión; 
  •     Poder para tomar decisiones y –qué duda cabe- 
  •     Mayor cantidad de dinero en educación.  


GOBIERNO Y PODER


11. Aceptemos que el grupo gobernante en el MED  tiene capacidad de gestión.  ¿Pero es realmente grupo de poder para tomar decisiones por ejemplo en el campo de la orientación curricular o de los recursos financieros necesarios para hacer la “gran transformación” en el Sector? Allí llegamos a una conclusión central: Es el grupo en el poder (no necesariamente el grupo gobernante) quien –con sus palabras, gestos y decisiones- finalmente genera miedo o esperanza en las personas, grupos o clases sociales.

Los sectores populares y los docentes votaron por el cambio. En este sentido, todavía esperan que Ollanta Humala sea Gobierno y Poder que concretice la “gran transformación”, también en el campo educativo.

12.  Poner en marcha todo el PEN tiene un costo económico. Existe el prerrequisito que –por lo menos- se duplique el gasto en educación (pasar del 3% a no menos del 6% del PBI para educación). Pero, esto es imposible si no hay aumento de la Presión Tributaria, para lo cual se requiere cambios importantes en el modelo económico, lo cual conlleva pisar callos de los poderes fácticos. Los grupos de poder encontrarán razones técnicas para impedir lesionar sus intereses y –al interior de un Gobierno de Concertación Nacional-  se pueden generar contradicciones que expresan correlación de fuerzas en el poder (3).

13. No olvidemos que estamos viviendo un contexto de crisis económica internacional. El modelo neoliberal ha evidenciado su desgaste en Estados Unidos y Europa. Los coletazos de esta crisis ya están llegando a nuestra Patria y deben acentuarse mucho más. A pesar que las autoridades del país señalan que la situación de crisis no afectará las promesas de inclusión social, esto no parece ser tan valedero. Y desde este contexto, los grupos de poder quizás tengan el pretexto para –una vez más y sin miedo- querer matar las esperanzas de cambio que todavía tiene todo nuestro Pueblo. Si esto sucede (ojalá que no lo sea y trabajemos para ello), no será el miedo lo que aplaste la esperanza de cambio, sino simplemente los intereses económico-políticos de las minorías de siempre.

14. Pero, desde abajo, hay que iniciar la “Revolución Educativa”. Y aunque perdamos en algunas batallas, jamás perdamos la esperanza. Paulo Freire nos decía que cuando se pierde la esperanza, se deja de lado la utopía y esto resulta paralizante para trabajar organizadamente por la “gran transformación” que se geste ahora o en el futuro.

_____________

 (*) Mi amigo Gaudencio Frigotto –uno de los teóricos progresistas más importantes de la educación en América Latina- me envió un breve comentario sobre lo que está sucediendo en el Perú y lo que aconteció en su país Brasil. Según él, allí también Lula –en campaña- usó la expresión “¡Que la esperanza venza al miedo!”. Pero, Frigotto asevera que finalmente el “miedo acabó venciendo a la esperanza”. De él he tomado, el titular de la presente reflexión.

(1) La esperanza de cambio en el magisterio de base tiene un contenido diferente a la de los especialistas, técnicos e intelectuales de la educación. Los maestros de base aspiran a cambios en la nueva Ley de CPM, mejoramiento en la educación pública y obviamente mejores condiciones de trabajo y remunerativas.

(2) Por ejemplo, hay dos cuestiones que el magisterio está tomando con recelo: (a) Ollanta prometió revisar la nueva Ley de Carrera Pública Magisterial; pero la titular del Sector señala –más bien- que el problema está en que no se aplica plenamente el dispositivo; (b) El magisterio limeño al escuchar que se va “municipalizar la educación en Lima Metropolitana” tiende a rechazar la medida, confundiendo “municipalización educativa DISTRITAL” con “regionalización educativa” (que es el caso de Lima Metropolitana).

(3) Por ejemplo, la firma del Decreto Supremo Nº 011-2011-MTPE que incrementó el sueldo mínimo vital (14-08-2011) acaba de salir solamente con la firma del Ministro de Trabajo y sin la rúbrica del Titular de Economía y Finanzas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario