domingo, 9 de enero de 2011

MAESTRO ISAAC CANALES

Acabo de llegar del campo santo, donde te dije: ¡Hasta luego, Isaac!

Cientos de amigos y amigas que fuimos a despedirte coreamos: “Maestro Isaac Canales: ¡Presente!”; “Cuando un sanmarquino muere: ¡nunca muere!”; “¡Sólo morirás, si mueres en nuestra memoria y en nuestros corazones y esto nunca habrá de suceder!”.

Uno de tus familiares dijo una verdad al despedirte en el cementerio este domingo 9 de enero del 2011: “¡En el cielo van a realizar una evaluación y seguramente te llamarán para presidir el equipo de evaluación!” Te fuiste, pero seguirás siendo un “Ícono de la evaluación educacional en el Perú”, como dijeron dos de tus discípulos en representación de los “Isaac Boys” sanmarquinos y sanmarquinas. Pero sobre todo, seguirás siendo un prototipo del Maestro: comprometido, profesional y ético de nuestro Pueblo.

¡Hasta luego, amigo Isaac!





15 comentarios:

  1. Sobre ISAAC:



    A veces las palabras no son suficientes para describir el significado de la partida de seres valiosos como nuestro querido amigo, compañero de labores e ideales Isaac Canales Quevedo, quien se nos adelanta, dejando huellas indelebles de maestro sabio y honesto.



    Cómo no recordar el entusiasmo con el que trabajamos en todo el país como entrenadores de la única Reforma Educativa del país de los años 70, desde donde Isaac demostró su gran capacidad en el desarrollo del sistema de evaluación educacional.



    Capacidad reconocida en varios países latinoamericanos y poco reconocida por las autoridades de turno de estos últimos gobiernos.



    Como no recordar su acercamiento y aporte a la Educación Inicial, donde lo considerábamos un maestro más de la EI.



    Y en nuestra casa matriz de estudios San Marcos, donde compartimos el trabajo de Profesionalización Docente, entre otros, donde siempre demostró su don de gentes, su capacidad intelectual, su profesionalismo y su sencillez que ahora difícilmente se encuentra en los profesionales.



    Las semillas que sembró como docente universitario están presentes en cada uno de sus alumnos que llevan su sello y a través de los cuales rememoraremos siempre a nuestro gran amigo ISAAC.




    Alicia González

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  2. Sobre ISAAC:



    A veces las palabras no son suficientes para describir el significado de la partida de seres valiosos como nuestro querido amigo, compañero de labores e ideales Isaac Canales Quevedo, quien se nos adelanta, dejando huellas indelebles de maestro sabio y honesto.



    Cómo no recordar el entusiasmo con el que trabajamos en todo el país como entrenadores de la única Reforma Educativa del país de los años 70, desde donde Isaac demostró su gran capacidad en el desarrollo del sistema de evaluación educacional.



    Capacidad reconocida en varios países latinoamericanos y poco reconocida por las autoridades de turno de estos últimos gobiernos.



    Como no recordar su acercamiento y aporte a la Educación Inicial, donde lo considerábamos un maestro más de la EI.



    Y en nuestra casa matriz de estudios San Marcos, donde compartimos el trabajo de Profesionalización Docente, entre otros, donde siempre demostró su don de gentes, su capacidad intelectual, su profesionalismo y su sencillez que ahora difícilmente se encuentra en los profesionales.



    Las semillas que sembró como docente universitario están presentes en cada uno de sus alumnos que llevan su sello y a través de los cuales rememoraremos siempre a nuestro gran amigo ISAAC.




    Alicia González

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  3. Muchos somos profesores, pocos son maestros. Esta última connotación es aplicable al Maestro que un día de este enero nos ha dejado tras un breve pero fulminante malestar. Isaac Canales Quevedo, para nosotros sus estudiantes, sigue siendo una inspiración académica y personal porque sigue enseñando a pensar y a emocionarte por la educación.


    Lo conocí al año de ingresar a la Facultad de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y, con él, reconocí que la práctica educativa tenía –exigía- un sustento teórico y una utopía, y que ese sustento podría –debía- ser interdisciplinario. En nuestras reuniones –comúnmente llamadas clases- desfilaban nombres, experiencias, estudios, datos, percepciones y visiones que –por fin- me ayudaron a entender que la educación tenía un lenguaje propio, pero sobre todo descubrí que la educación era un ejercicio de cambio que reivindicaba al individuo y a la sociedad.


    Su práctica docente era una extensión de su visión de la educación que discurría entre el análisis crítico –y cómo no, irónico- sobre la realidad educativa y sus tendencias sin dejar, por eso, de ser contertulio –y lúdico- en su construcción comunicativa. Todo esto hacía que muchos nos acercáramos a él con ganas de aprender. Lo recuerdo bien, ¡qué grande era poder debatir con tu profesor sobre educación! Saber que el lugar más estrecho de la educación es el aula, que educar es andar detrás de una finalidad social, que educar implica una apuesta axiológica o disfrutar del gustazo de sabernos sanmarquino eran temas recurrentes.


    Por ello, lejos de la mediocridad docente que impulsa ser rácano con el conocimiento por temor de perder el estatus de enseñante, Don Isaac, se valió de su impulso crítico y abierto para crear en la facultad núcleos de estudiantes (ayudantes de cátedra) donde, con muchos otros agradecidos como yo, empezamos a crear y creer en lo que hacíamos… Don Isaac concentró a muchos, hizo cátedra.


    Gracias querido maestro por ser amigo, gracias amigo por ser maestro.

    --
    Publicado por Cristóbal Suárez Guerrero para Educación y Virtualidad el 1/09/2011 05:14:00 PM

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  4. Excelente y oportuna tu nota Sigfredo. Me permito sugerirte q agregues aquella alusion que hicieron que fue fiel a San Marcos, y q tuvo oportunidades de trabajar en otras Universidades, seguramente con mejor remuneracion, pero el prefirió su alma mater, q decía "San Marcos", es cumplimiento.

    Un abrazo:

    Hernan Fernández

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  5. Hola Sigfredo
    Comparto tus reflexiones y la gran pena que sentimos todos los que pudimos disfrutar de su existencia y a la vez la gran alegria por haberlo conocido y que nos haya regalado horas de su noble vida, a veces discutiendo como todos los hermanos, otras gozando con sus ocurrencias y él con las nuestras. Cargado de valores, de identidad, san marquina como comeña y orgulloso de su familia,de sus amigos,de su equipo de trabajo, al que pertenecí los dos años de la maestría, y de todo cuanto integraba. Aprendí tanto de él como también de tí Sigfredo, esos momentos de intenso trabajo,sin descanso. Eso es la cultura y todo lo que nos dejó está presente en cada puesta en práctica de lo que nos enseñó a hacer solos. Gracias Isaac Canales Quevedo.
    Rosa Arizaga.

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  6. Muchos somos profesores, pocos son maestros. Esta última connotación es aplicable al Maestro que un día de este enero nos ha dejado tras un breve pero fulminante malestar. Isaac Canales Quevedo, para nosotros sus estudiantes, sigue siendo una inspiración académica y personal porque sigue enseñando a pensar y a emocionarte por la educación.


    Lo conocí al año de ingresar a la Facultad de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y, con él, reconocí que la práctica educativa tenía –exigía- un sustento teórico y una utopía, y que ese sustento podría –debía- ser interdisciplinario. En nuestras reuniones –comúnmente llamadas clases- desfilaban nombres, experiencias, estudios, datos, percepciones y visiones que –por fin- me ayudaron a entender que la educación tenía un lenguaje propio, pero sobre todo descubrí que la educación era un ejercicio de cambio que reivindicaba al individuo y a la sociedad.


    Su práctica docente era una extensión de su visión de la educación que discurría entre el análisis crítico –y cómo no, irónico- sobre la realidad educativa y sus tendencias sin dejar, por eso, de ser contertulio –y lúdico- en su construcción comunicativa. Todo esto hacía que muchos nos acercáramos a él con ganas de aprender. Lo recuerdo bien, ¡qué grande era poder debatir con tu profesor sobre educación! Saber que el lugar más estrecho de la educación es el aula, que educar es andar detrás de una finalidad social, que educar implica una apuesta axiológica o disfrutar del gustazo de sabernos sanmarquino eran temas recurrentes.


    Por ello, lejos de la mediocridad docente que impulsa ser rácano con el conocimiento por temor de perder el estatus de enseñante, Don Isaac, se valió de su impulso crítico y abierto para crear en la facultad núcleos de estudiantes (ayudantes de cátedra) donde, con muchos otros agradecidos como yo, empezamos a crear y creer en lo que hacíamos… Don Isaac concentró a muchos, hizo cátedra.


    Gracias querido maestro por ser amigo, gracias amigo por ser maestro.

    --
    Publicado por Cristóbal Suárez Guerrero para Educación y Virtualidad el 1/09/2011 05:14:00 PM

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  7. Sobre ISAAC:



    A veces las palabras no son suficientes para describir el significado de la partida de seres valiosos como nuestro querido amigo, compañero de labores e ideales Isaac Canales Quevedo, quien se nos adelanta, dejando huellas indelebles de maestro sabio y honesto.



    Cómo no recordar el entusiasmo con el que trabajamos en todo el país como entrenadores de la única Reforma Educativa del país de los años 70, desde donde Isaac demostró su gran capacidad en el desarrollo del sistema de evaluación educacional.



    Capacidad reconocida en varios países latinoamericanos y poco reconocida por las autoridades de turno de estos últimos gobiernos.



    Como no recordar su acercamiento y aporte a la Educación Inicial, donde lo considerábamos un maestro más de la EI.



    Y en nuestra casa matriz de estudios San Marcos, donde compartimos el trabajo de Profesionalización Docente, entre otros, donde siempre demostró su don de gentes, su capacidad intelectual, su profesionalismo y su sencillez que ahora difícilmente se encuentra en los profesionales.



    Las semillas que sembró como docente universitario están presentes en cada uno de sus alumnos que llevan su sello y a través de los cuales rememoraremos siempre a nuestro gran amigo ISAAC.




    Alicia González

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  8. Hola Sigfredo
    Comparto tus reflexiones y la gran pena que sentimos todos los que pudimos disfrutar de su existencia y a la vez la gran alegria por haberlo conocido y que nos haya regalado horas de su noble vida, a veces discutiendo como todos los hermanos, otras gozando con sus ocurrencias y él con las nuestras. Cargado de valores, de identidad, san marquina como comeña y orgulloso de su familia,de sus amigos,de su equipo de trabajo, al que pertenecí los dos años de la maestría, y de todo cuanto integraba. Aprendí tanto de él como también de tí Sigfredo, esos momentos de intenso trabajo,sin descanso. Eso es la cultura y todo lo que nos dejó está presente en cada puesta en práctica de lo que nos enseñó a hacer solos. Gracias Isaac Canales Quevedo.
    Rosa Arizaga.

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  9. Excelente y oportuna tu nota, Sigfredo. Me permito sugerirte q agregues aquella alusión que hicieron que fue fiel a San Marcos, y q tuvo oportunidades de trabajar en otras Universidades, seguramente con mejor remuneracion, pero él prefirió su alma mater, q decía "San Marcos", es cumplimiento.

    Un abrazo:

    Hernán Fernández

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  10. Gracias por la anécdota de la evaluación en el cielo: un espacio para la sonrisa en medio de la tristeza, Isaac lo habría disfrutado.
    (Me estoy sintiendo como contemporánea de mis tías recontramayores, a las que tantas veces escuché decir ... pero si era un muchacho!)

    Carmela Vildoso

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  11. Gracias Sigfredo por llamar a nuestra memoria la trayectoria de Isaac, como hombre peruano, educador y militante de la profesión docente...sus alumnos-as y colegas lo extrañamos ya.
    Rita C.

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  12. Querido Sigfredo y queridos lectores y lectoras de este espacio...

    es la primera vez que escribo en Educación Esperanza. Lo hago recién como una expresión de mi rebeldía ante la muerte, porque la esperanza es un matiz del "eros" frente al "tanatos", porque al escribir superamos nuestro espacio y nuestro tiempo. Cúanto de vida nos ha legado Isaac, el profe Canales, o Don Jorge en las aulas y en los pasillos, en sus escritos y en su "face"; búsquenlo en la Web y se sorprenderán.

    Lo conocí el 87, en medio de apagones y más de dos "fuegos"...lo recuerdo con los lamparines al costado de la pizarra haciendo clases con una tiza que casi no usaba y con un cigarrillo que se multiplicaba en la dialogicidad de un encuentro concreto, objetivo y pleno de intersubjetividades.

    Isaac, cual Pigmalión, entraba a las aulas creyendo en nosotros, en los que tenía al frente y se esforzaba allí, en los pasillos, en su oficina, en su automóvil para que viésemos en nosotros lo que él con sus ojos de profe podía ver...y nos cambió la vida. Es así que empezamos a ser y a dejar de ser, iniciamos con su ayuda comprometida y dialéctica un proceso complejo de aprendizaje y uno más complejo todavía de desaprendizaje.

    Me pregunto, ¿cuál fue su última lección? ¿qué saberes debemos aprender y qué tantos otros desaprender con su partida?... Mientras busco respuestas, sigo repasando sus modales de dandy cosmopolita, su sonrisa pícara de niño andino; pero, sobre todo, su carcajada sonora y franca de quien ha cumplido su misión vital y que por ello no le teme a la emoción de la muerte.

    Bertha Consuelo Navarro N.
    Base 85-86/UNMSM

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  13. Semblanza del Profesor Isaac Canales Quevedo
    Houver Villafane Abregú
    Carlos Baltazar Galloso

    Hablar del profesor Isaac es resaltar las cualidades y virtudes que tuvo como profesional, académico y sobre todo como ser humano. El profe como todos sus alumnos y discípulos lo llamábamos, ha dejado su sello Canalista en cada uno de nosotros.
    En lo profesional aprendimos de él, entre otras cosas:
    Coherencia: porque el profe siempre hizo lo que pensó y no pidió a sus alumnos más de lo que él mismo podía dar.
    Rectitud: porque defendió sus principios e ideas aún cuando esto le trajera incomprensión y distanciamiento.
    Exigencia: porque la palabra dada era un compromiso y se tenía que cumplir. Asimismo la puntualidad era casi una obsesión en una clase, en una charla, en una reunión social (en eso sí que no pudo con nosotros…).
    En lo académico, siempre persiguió el conocimiento de las cosas, la verdad de las cosas, el valor de las cosas. No se conformaba con lo que sabía, era un aprendiz a lo Sócrates: sólo sabía que no sabía nada. Un aprendiz perspicaz, de gran agudeza mental y escencialmente crítico.
    ....
    Pero el profe no sólo se circunscribió al ámbito de la Facultad de Educación, donde ha sido un ícono como especialista en evaluación (su pasión), Director del Programa de Profesionalización Docente, Director del CEUPS, Director Administrativo de la Facultad, sino que la trascendió y es reconocido en el campo universitario y de la educación en general como uno de los principales referentes en el quehacer evaluativo.
    Así, tenemos su participación como primer Jefe del Sistema Único de Matrícula (SUM), Director Académico del CEPREUNMSM (la Pre San Marcos), asesor del Colegio Médico, de la Asociación Peruana de Facultades de Medicina (ASPEFAM), de la Facultad de Medicina de San Fernando, jefe y miembro de equipos de elaboración de pruebas nacionales del Ministerio de Educación, conferencista para el SUTEP y otros gremios, consultor de la OEA y el Banco Mundial y otros organismos nacionales e internacionales, que sería extenso enumerar.
    Sus publicaciones sobre evaluación educativa, pioneras en el tema, se han convertido en casi unos libros canónicos para aprender y enseñar la materia y evaluar con objetividad los aprendizajes de los estudiantes. Son textos autoinstructivos de todos los programas de la Facultad de Educación de la UNMSM.
    Otra cosa que lo caracterizó fue su identidad plena como sanmarquino a cabalidad. No sólo por quedarse en San Marcos a pesar de las buenas ofertas recibidas de otras instituciones, sino por su afán por demostrarle a todos que su Alma Mater es sinónimo de excelencia y rigurosidad académica. La frase “San Marcos imprime carácter” era una de sus favoritas y lo demostraba en cualquier lugar donde estuviera, sea un taller, una charla, una conferencia, una consultoría y por supuesto, sus clases.
    ....
    Uno de esos grupos fue el que conformamos los llamados “Isaac Boys”: Houver, Cristóbal, Gilda, Martín y Carlos. Nosotros nos sentimos privilegiados y agradecidos eternamente al profe por todo lo que nos brindó. Fue nuestro maestro, amigo y padre. Nos acogió, nos ayudó a formarnos, nos exigió y nos dio la oportunidad de desarrollarnos como jóvenes profesionales de la educación (ya no tan jóvenes).
    Nos dio amistad y consejo cuando lo necesitamos y nos abrió las puertas de su casa y de su familia, personas entrañables, a quienes apreciamos, sentimos y queremos como nuestra propia familia, a quienes también les agradecemos infinitamente porque siempre nos mostraron su cariño con sencillez, humildad y franqueza. Gracias Katty, Gina, Koky y a todos sus hermanos, hermanas, primos, sobrinos, y demás familiares, que nos han hecho sentir siempre como uno más de la familia.
    Gracias Isaac, maestro, amigo y padre. ¡Hasta siempre profe!

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  14. Mi profe, a quien tanto aprecio y tendré siempre en cuenta en mi labor educativa, el profe que tenía una sencillez increíble y un corazón inmenso, muy apasionado en su trabajo, recuerdo que cuando estábamos en clase, se emocionaba al explicarnos, que a veces se ponía colorado,un gran maestro, amigo, jefe. Cada vez que visitaba mi querido San Marcos, a quien siempre esperaba encontrar era a mi profe y conversar sobre los proyectos que realizaba. Aún no puedo creer lo sucedido.

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  15. Qué más añadir a todo lo que se ha dicho hasta aquí sobre nuestro Maestro. Un Maestro porque se preocupó por formar discípulos trabajando con el espíritu de Freire. Porque supo escucharnos para que aprendamos a decir nuestra palabra. Sabía muy bien que los hombres y las mujeres no se hacen en la "cultura del silencio", sino en la palabra; la palabra no debe estancarse en el mero pronunciamiento, sino que debe estar ligada a la acción y la reflexión.

    Isaac Canales realmente supo vivir porque lo hizo “intensamente”, era el tipo de persona que amaba apasionadamente la vida y esa era laa forma en que trabajaba en pedagogía. Quizás por eso, es que “intensamente” existe en nosotros, ya que está en nuestra memoria y perdura en nuestro recuerdo a pesar del tiempo y la distancia. Eso es trascender, porque ya no sólo es un hombre del pasado, sino también del presente y del futuro. Porque su discurso, sus acciones, su calidez y su punto de vista han sido proyectados a nosotros sus discípulos.

    Esa es ahora su forma intensa y trascendente de existir, la cual nos recuerda no sólo lo que somos, sino también las posibilidades de aquello que podemos ser.... Que somos seres históricos, que navegamos en el tiempo, que somos inacabados y que debemos estar en permanente proceso de búsqueda. Pero lamentablemente ese proceso nos llevará de vuelta hacia nuestros propios orígenes, hacia esa fuente de energía mayor de la que provenimos todos, y hacia la cual él se marchó tan solo para precedernos por algún tiempo. Gracias. Muchas gracias Maestro, Gracias por haber aprendido de ti y contigo, por enseñarnos a valorar las "pequeñas" cosas de la vida, a vivir sin imposturas de ningún tipo, a no renunciar ni a una brizna de nosotros mismos.

    Gracias por existir en nuestra memoria y porque perdurarás como energía en el Universo, como esa energía “intensamente positiva” que siempre se necesita para poder llegar a ser un Gran Maestro como tú.

    Gilda Sotomayor García
    Base 87/UNMSM

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