jueves, 18 de junio de 2015

INCHEÓN Y LA EDUCACIÓN PARA PERSONAS JÓVENES Y ADULTAS

Desde nuestra perspectiva, el campo de la Educación para Personas Jóvenes y Adultas (EPJA) tiene en el Perú cinco grupos definidos donde se debe concretizar el derecho a la educación: (a) Personas en situación de analfabetismo; (b)  Personas con Educación Primaria incompleta; (c) Personas sólo con Educación Primaria completa; (d) Personas con Educación Secundaria incompleta; y (e) Jóvenes y adultos que demandan formación permanente. Operativamente, estos grupos deberían ser atendidos por la Educación Básica Alternativa (EBA).

Como sabemos, el pasado 21 de mayo se firmó la Declaración de Incheón. Educación 2030: Hacia una educación inclusiva de calidad y equitativa y el aprendizaje permanente para todos y todas. El Perú fue uno de los 155 países que avaló oficialmente este documento, que tiene 20 compromisos formales, como continuidad a lo que se estableció en Jomtiem (1990) y en Dakar (2000).

¿Cuáles los compromisos específicos de Incheón (Corea) en referencia a la EPJA-EBA?

ENFOQUE GENERAL

Podríamos aseverar que la “Declaración de Incheón” asume un cambio sustantivo frente a otras que le han antecedido. Explícitamente reconoce a la educación como un derecho concretizado en una educación pública con calidad,  equidad e inclusión, con amplia cobertura, para la formación integral y garantía de ser gratuita.

Este enfoque general de Incheón también vale para la Educación para Personas Jóvenes y Adultas (EPJA). Es decir, en Incheón, el Perú se comprometió a reconocer también a los Jóvenes y Adultos como sujetos del derecho a la educación (exigible, irrenunciable e indivisible a otros); y esta educación debería ser pública, con calidad, equidad e inclusión.

Aún más, en el mismo título de la Declaración, se afirmó que el derecho al aprendizaje debería ser “permanente para todas y todos”.

En los Compromiso Nº 5 y 10, Incheón acordó: “Centraremos nuestros esfuerzos en el acceso, la equidad y la inclusión, la calidad y los resultados de aprendizaje, dentro de un enfoque de aprendizaje permanente”… Nos comprometemos a promover la calidad de las oportunidades de aprendizaje permanente para todas y todos”.(1).

En el espíritu y letra de esta Declaración internacional, se postula de manera reiterada el enfoque de educación para toda la vida, sin desigualdad de género, edad y ninguna otra manifestación de inequidad.

1.     ANALFABETISMO

  • “… nos comprometemos a garantizar que todos los y las jóvenes y personas adultas… logren relevantes y reconocidos niveles de alfabetización…” (Incheón, Compromiso Nº 10).
  • El Gobierno de Alan García proclamó al Perú como “territorio libre del analfabetismo”, como aplicación del Programa Nacional de Movilización por la Alfabetización (PRONAMA). Sin embargo, al 31-12-2013 teníamos 1’413,166 peruanas y peruanos de 14 y más años en situación de analfabetismo (2).
  • El Gobierno de Ollanta suprimió el PRONAMA, pero no dio alternativa. Aún más, mecánicamente estableció una cierta equivalencia entre alfabetización y educación primaria, sin considerar la peculiaridad de los adultos analfabetos. De manera focalizada y sin estrategia definida, se ha trabajado en alfabetización los años 2013-2015.
  •  El Compromiso de Incheón debe ser motivo para retomar la alfabetización en el Perú, de manera sistemática.

2.     EDUCACIÓN BÁSICA INCOMPLETA

  •  Provisión de 12 años de educación primaria y secundaria… de los cuales al menos 9 años serán obligatorios” (Incheón, Compromiso 6)
  •  Si la educación debemos asumirla como un derecho humano, ella es exigible, irrenunciable e inseparable a otros derechos; pero ¿hasta qué nivel? Según Incheón, en el Perú, deberíamos prever los 6 años de Primaria y otros 6 años de Secundaria. Y de manera obligatoria, se debería garantizar llegar –por lo menos- hasta el tercer año de Educación Secundaria.
  • Desde un punto de vista legal, estamos bien. El Artículo 17 de nuestra Constitución establece la obligatoriedad de la Educación Básica y el Artículo 12 de la Ley General de Educación del Perú, en su artículo 2, norma la “universalización de la educación básica” (incluye Educación Inicial, Primaria y Secundaria completas).
  • Asumiendo la edad normativa de Educación Primaria, existe una “tasa bruta” de 98.7% de asistencia a este nivel en la población de 6 a 11 años de edad; sin embargo, la “tasa neta” es de 90.5%, según INEI-ENAHO 2013 (3). En el caso de Educación Secundaria –según la misma fuente- tenemos una “tasa bruta” de asistencia escolar de la población de 12-16 años de edad; y la tasa neta (referida sólo a Secundaria y en el mismo tramo de edad) llega al 79.9%.
  • Podemos decir, que el problema para cumplir este compromiso no está mayormente en la actual matrícula de la población en Educación Primaria y Secundaria. Se encuentra en tres campos: (1) Atención a jóvenes y adolescentes que no pueden seguir la EBR; (2) La eficiencia interna en Primaria y Secundaria; y fundamentalmente (3) En la atención a jóvenes y adultos con Educación Básica incompleta.
  • Desde hace dos años, se suprimió el Programa de Educación Básica Alternativa para Niños y Adolescentes (PEBANA). Miles de Niños y Niñas que no pueden estudiar de día en Educación Básica Regular (EBR) se ven vulnerados en su derecho a la educación (4). El MINEDU hace caso omiso a las advertencias que muchos hemos hecho. Debe darse una pronta solución a este grave problema, sin esperar al año 2030.
  •  Importa mantener y mejorar los actuales índices de eficiencia interna en educación primaria y secundaria. Para el año 2013, la tasa de retiro llegó al 1.7% en Educación Primaria; y 3.6% en Educación Secundaria, según fuente del MINEDU – Unidad de Estadística Educativa (5).
  • El problema central para concretizar este compromiso se encuentra en dar atención prioritaria a los jóvenes y adultos que no han culminado la Educación Básica. Ellos –en el Perú- son potencial demanda no atendida de la Educación Básica Alternativa. Los Centros de Educación Básica Alternativa solamente tienen unos 204,467 matriculados (2014), mientras la demanda supera los 10 millones de peruanos y peruanas. En el sector público, los matriculados solamente llegan a 121,654.
  • Es urgente concretizar su derecho a la educación: (1) a 1’413,166 peruanas y peruanos de 14 y más años en situación de analfabetismo; (2)  a 2’160,155 peruanas y peruanos de 14 y más años con Educación Primaria incompleta; (3) a 3’465,206 peruanas y peruanos de 14 y más años sólo con Educación Primaria completa; y (4) a 2’986,823 peruanas y peruanas de 18 y más años con Educación Secundaria incompleta (6).
  • La atención a los 10’025,350 peruanas y peruanas ciertamente requieren medidas urgentes e inmediatas, comenzando con otorgar mayor presupuesto para la EBA, sin esperar el año 2030.
EDUCACIÓN PARA TODA LA VIDA

  • Como se ha dicho, Incheón  proclama la tesis de una educación para toda la vida. Pero esto demanda, un replanteamiento profundo de las formas cómo se concretiza el derecho a la educación que ni el mismo Incheón. Una lectura atenta de la Declaración que estamos comentando nos lleva a la conclusión que ella se refiere al sistema educativo escolarizado. Nada se dice de los aprendizajes no escolarizados, comunitarios o que devienen de los contextos mediáticos o del (ab)uso de la mercantilización de juegos y juguetes  que deforman para la violencia.
  • En el Perú, la Ley General de Educación nos dice: “La educación es un proceso de aprendizaje y enseñanza que se desarrolla a lo largo de toda la vida y que contribuye a la formación integral…” (Ley Nº 28º44, Art. Nº 2).
  • También en el Perú, el Objetivo Estratégico Nº 6 del Proyecto Educativo Nacional nos habla de una “Sociedad educadora”.
  • A pesar de lo que se dice en el Artículo 2 de la LGE y del OE 6 del PEN, nada se ha concretizado en materia de plasmar el enfoque de educación permanente.
  • Para cumplir el Compromiso de Incheón –en referencia a educación para toda la vida- debemos operativizar el Artículo Nº 2 de la LGE y también el Objetivo Estratégico Nº 6 del PEN.
___________________
(1)    En las citas, usaremos  momentáneamente una traducción no oficial de la Declaración de Incheón.
(2)    Datos del autor, tomando como  base la información del RUPIN-RENIEC, al 31-12-2013.
(3)    La tasa bruta de asistencia escolar de la población de 6-11 años de edad, es la proporción de población de 6 a 11 años  que asiste a algún grado de educación escolar. La “tasa neta” se refiere a la proporción que estudia solamente en educación primaria.
(4)    Hay múltiples razones: Niños que trabajan y no pueden estudiar de día (ahora tampoco lo pueden hacer de noche en los CEBA); hay adolescentes que salen embarazadas y ya no pueden ni quieren ir al turno de día; y hay un 24.8% de quienes niños y adolescentes que dejan de estudiar porque sacaban bajas notas y ya no les interesa el estudio. Este último dato corresponde al INEI-ENAHO 2013.
(5)   Usamos la categoría “retiro” y no  “deserción” escolar, como algunos dicen. Nuestros Niños/as no ser “desertores”, sino expulsados por el sistema vigente.

(6)    Datos del autor, tomando como  base la información del RUPIN-RENIEC, al 31-12-2013. Las cifras que presentamos difieren de la ex – DIGEBA, a pesar que se usa la misma fuente. La diferencia de alrededor de 3 millones se debe  porque los datos del MINEDU  olvidan a las personas que tienen “educación primaria completa” y además consideran con “secundaria incompleta” a personas desde los 14 años. Nuestro estimado asume la información de secundaria incompleta, a partir de los 18 años.

viernes, 12 de junio de 2015

EL PERÚ Y LA DECLARACIÓN DE INCHEON

Hay reuniones internacionales importantes. Una de ellas ha sido el Foro Mundial sobre la Educación que tuvo lugar en Incheón, República de Corea, convocada fundamentalmente por la UNESCO. Se realizó  entre los días 19 al 21 de mayo 2015, con representantes de gobiernos de 155 países, entre ellos el Perú, aunque hubo 172 delegaciones nacionales, incluyendo a representantes de la Sociedad Civil. Al final del evento se aprobó la Declaración de Incheón. Educación 2030: Hacia una educación inclusiva de calidad y equitativa y el aprendizaje permanente para todos y todas. Por el Gobierno peruano, aprobaron esta Declaración el Ministro de Educación Jaime Saavedra y el embajador del Perú ante la Unesco, Manuel Rodríguez Cuadros (1).

En referencia al caso peruano, hagamos un breve y preliminar  análisis sobre los Compromisos que se derivan del enfoque global de  la Declaración de Incheón (2).


COMPROMISOS DESDE EL ENFOQUE GLOBAL

Podríamos aseverar que la “Declaración de Incheón” asume un cambio sustantivo frente a otras que le han antecedido. Explícitamente reconoce a la educación como un derecho concretizado en una educación pública con calidad,  equidad e inclusión, con amplia cobertura, para la formación integral y garantía de ser gratuita.

1.     Educación como derecho
·       “Nuestra visión es transformar vidas a través de la educación… en una visión humanista de la educación y el desarrollo basado en los derechos humanos y la dignidad… La educación es un bien público, un derecho humano fundamental y una base para garantizar la realización de otros derechos” (Compromiso 5 de la Declaración de Incheón) (3).
·       La vigente Constitución peruana no es explícita en asumir la educación, como derecho. De igual manera, el “Proyecto Educativo Nacional al 2021” (Resolución Suprema Nº 001-2007-ED). La Ley Nº 28044, General de Educación, sí reconoce este enfoque (Art. 3º). Por ello, para guardar coherencia con los Compromisos asumidos, desde una perspectiva legal, se deberían modificar tanto la Constitución, como el PEN.
·       En la práctica, las políticas del Ministerio de Educación (MINEDU) en los últimos tiempos se vienen ejecutando, con el criterio de que “la educación es un servicio público”. Como servicio, hay que racionalizarlo y se suprimen escuelas y programas poco rentables (ejemplo, racionalización de IIEE porque hay pocos estudiantes o la supresión del Programa de Educación Básica Alternativa para Niños y Adolescentes (PEBANA). El actual Ministro de Educación debería orientar su sapiencia tecnocrática a plasmar no solamente un servicio, sino un derecho esencial de nuestro Pueblo.
·       Es decir, en la norma y en la ejecución hay que explicitar y recuperar el enfoque de educación, como derecho.

2.     Educación pública
·       Después de establecer un conjunto de recomendaciones específicas para que se plasme el derecho a la educación, la Declaración de Incheón nos dice: “Reafirmamos que la responsabilidad fundamental para la implementación exitosa de este programa recae en los gobiernos” (Compromiso 12).
·       En nuestra Patria, la privatización de la educación no solamente es aceptada, sino promovida. Durante el actual gobierno, la matrícula del sector privado en Educación Básica creció del 26 al 29% (en Lima, subió al 52%); En Educación Superior, el sector privado pasó del 61 al 64%. La educación pública languidece, en lo cuantitativo y cualitativo.
·       Para estar a tono con los compromisos de Incheón, la Educación Pública debe recuperar el sitial que le corresponde, desde lo cuantitativo hasta lo cualitativo. Hay que poner coto a la educación privada.

3.     Educación con calidad-equidad-inclusión.
·       Inclusión y equidad en y a través de la educación es la piedra angular de un programa de educación transformadora y, por lo tanto, nos comprometemos a hacer frente a todas las formas de exclusión y marginación, las disparidades y desigualdades en los resultados de acceso, participación y aprendizaje. Por lo tanto, nos comprometemos a hacer los cambios necesarios en las políticas de educación y enfocar nuestros esfuerzos en las y los más desfavorecidos, especialmente aquellos con discapacidades, para que nadie se quede atrás” (Compromiso 7 de la Declaración de Incheón)
Importa ·”garantizar una educación de calidad, incluyente y equitativa” (Compromiso 5 de la Declaración de Incheón).
“Provisión de 12 años de educación … de calidad y equitativa” (Compromiso 6 de la Declaración de Incheón).
“Nos comprometemos a la calidad de la educación” (Compromiso 9 de la Declaración de Incheón).
“Reconocemos la importancia de la igualdad de género en la realización del derecho a la educación para todas y todos” (Compromiso 8 de la Declaración de Incheón).
“Nos comprometemos a promover la calidad de las oportunidades de aprendizaje…” (Compromiso 10 de la Declaración de Incheón).
·       Algo inicial que se tendría que hacer en el Perú es revisar lo que entendemos por “calidad educativa”. La Ley General de Educación (2003),  en su artículo 13, establece un concepto de calidad educativa, precisando algunos factores que interactúan para su logro.    Sin embargo, el MINEDU -desde la aprobación de la Ley hasta ahora- hizo caso del enfoque establecido y redujo la calidad educativa a (la medición) de rendimientos, aún más, a rendimientos en dos áreas curriculares. Esto debe ser revisado, con urgencia.
·       En el concepto de calidad de la educación debe explicitarse la pertinencia de los aprendizajes, si asumimos que la educación es parte del mismo proceso de desarrollo de las personas y de los pueblos. La pertinencia debe darse en lo cultural, económico, social, etc.
·       Cada Pueblo y Región en nuestro país debe ser sujeto de su propio proceso formativo y, por ello, el currículo que se aprueba a nivel nacional y por regiones debe ser hecho como “construcción social”. Sólo así avanzaremos en pertinencia-calidad.
·       La política de “achicamiento de brechas” debe ser profundizada. Sin embargo –en este proceso- no podemos caer en el juego de tener parámetros uniformes, que lleva a poner como estándar lo que sucede en determinado país o región  y en función a esta referencia trazar las políticas de achicamiento de brechas.
·       También debe revisarse la política de “educación inclusiva”. Asumiendo los datos del INEI (4), tendríamos unos 110,294 Niños y Adolescentes de 6 a 17 años de edad, con Necesidades Educativas Especiales (NEE). De ellos, para el año 2012, unos 62,849 asistían a alguna institución de Educación Primaria o Secundaria (57%) y unos 47,405 no están matriculados. Nuestros niños con NEE se ven excluidos en la práctica y están invisibilizados hasta por el propio registro estadístico del Ministerio de Educación (5). Profesores sin preparación, locales escolares sin equipos, ni materiales… son las carencias fundamentales de esta “educación inclusiva” que –más bien- está condicionando la exclusión de cerca de 63 mil peruanos y peruanas que están en las aulas, amén de los cerca de 47 mil que están fuera del aula y que también deben ser atendidos educacionalmente.

4.     Cobertura de la Educación Básica
·       Provisión de 12 años de educación primaria y secundaria… de los cuales al menos 9 años serán obligatorios” (Incheón, Compromiso 6)
·       Si la educación debemos asumirla como un derecho humano, ella es exigible, irrenunciable e inseparable a otros derechos; pero ¿hasta qué nivel? Según Incheón, en el Perú, deberíamos prever los 6 años de Primaria y otros 6 años de Secundaria. Y de manera obligatoria, se debería garantizar llegar –por lo menos- hasta el tercer año de Educación Secundaria.
·        Desde un punto de vista legal, estamos bien. El Artículo 17 de nuestra Constitución establece la obligatoriedad de la Educación Básica y el Artículo 12 de la Ley General de Educación del Perú, en su artículo 2, norma la “universalización de la educación básica” (incluye Educación Inicial, Primaria y Secundaria completas).
·       Asumiendo la edad normativa de Educación Primaria, existe una “tasa bruta” de 98.7% de asistencia a este nivel en la población de 6 a 11 años de edad; sin embargo, la “tasa neta” es de 90.5%, según INEI-ENAHO 2013 (6). En el caso de Educación Secundaria –según la misma fuente- tenemos una “tasa bruta” de asistencia escolar de la población de 12-16 años de edad; y la tasa neta (referida sólo a Secundaria y en el mismo tramo de edad) llega al 79.9%.
·       Podemos decir, que el problema para cumplir este compromiso no está mayormente en la actual matrícula de la población en Educación Primaria y Secundaria. Se encuentra en tres campos: (1) Atención a jóvenes y adolescentes que no pueden seguir la EBR; (2) La eficiencia interna en Primaria y Secundaria; y fundamentalmente (3) En la atención a jóvenes y adultos con Educación Básica incompleta.
·       Desde hace dos años, se suprimió el Programa de Educación Básica Alternativa para Niños y Adolescentes (PEBANA). Miles de Niños y Niñas que no pueden estudiar de día en Educación Básica Regular (EBR) se ven vulnerados en su derecho a la educación (7). El MINEDU hace caso omiso a las advertencias que muchos hemos hecho. Debe darse una pronta solución a este grave problema, sin esperar al año 2030.
·       Importa mantener y mejorar los actuales índices de eficiencia interna en educación primaria y secundaria. Para el año 2013, la tasa de retiro llegó al 1.7% en Educación Primaria; y 3.6% en Educación Secundaria, según fuente del MINEDU – Unidad de Estadística Educativa (8).
·       El problema central para concretizar este compromiso se encuentra en dar atención prioritaria a los jóvenes y adultos que no han culminado la Educación Básica. Ellos –en el Perú- son potencial demanda no atendida de la Educación Básica Alternativa. Los Centros de Educación Básica Alternativa solamente tienen unos 204,467 matriculados (2014), mientras la demanda supera los 10 millones de peruanos y peruanas. En el sector público, los matriculados solamente llegan a 121,654. Increíblemente, la EBA solamente atiende a no más del 2% de su potencial demanda y lo hace con pésima calidad.
·       Es urgente concretizar su derecho a la educación: (1) a 1’413,166 peruanas y peruanos de 14 y más años en situación de analfabetismo; (2)  a 2’160,155 peruanas y peruanos de 14 y más años con Educación Primaria incompleta; (3) a 3’465,206 peruanas y peruanos de 14 y más años sólo con Educación Primaria completa; y (4) a 2’986,823 peruanas y peruanas de 18 y más años con Educación Secundaria incompleta (9).
·       La atención a los 10’025,350 peruanas y peruanas ciertamente requieren medidas urgentes e inmediatas, comenzando con otorgar mayor presupuesto para la EBA, sin esperar el año 2030. El Plan de desarrollo estratégico que está elaborando el MINEDU, para esta modalidad, debería plasmarse como prioridad del sector. El Consejo Nacional de Educación (CNE) y organismos como Foro Educativo deberían mirar con mayor detenimiento la realidad de este sector de la educación nacional.

5.     Formación integral.
·       La educación “es esencial.para … la realización humana y el desarrollo sostenible” (Incheón, Compromiso 5).
“La educación de calidad fomenta la creatividad y el conocimiento, y asegura la adquisición de habilidades básicas de alfabetización y aritmética, así como de análisis, resolución de problemas y otras cognitivas de alto nivel, interpersonales y habilidades sociales. También desarrolla las habilidades, valores y actitudes que permitan a las y los ciudadanos a llevar una vida sana y completa, tomar decisiones informadas y responder a los desafíos locales y globales, a través de la educación para el desarrollo sostenible y la educación para la ciudadanía global” (Incheón, Compromiso 9).
“Nos comprometemos a promover la calidad de las oportunidades de aprendizaje permanente para todas y todos, en todos los ámbitos y a todos los niveles de educación” (Incheón, Compromiso 10).
·       El “Proyecto Educativo Nacional al 2021” reconoce que la educación es FIN y es MEDIO para el desarrollo humano (PEN, p. 28). Sin embargo, este planteamiento formalmente consensuado solamente se le ha leído en la parte que se acepta que la educación es “medio” para el desarrollo humano. La dimensión de una educación humanista y humanizadora ha sido olvidada en la práctica.
·       En el Perú, desde inicios del presente siglo algún “experto en educación” planteó la tesis de la “moratoria curricular” que significó focalizar los aprendizajes en lecto escritura y matemáticas. La propuesta neoliberalizante se impuso en la práctica. Inclusive, hasta ahora, la Evaluación Censal de Estudiantes que “mide la calidad de la educación” de nuestra Patria se centra en estos aprendizajes.
·       Cuando en nuestra Patria se habla de inseguridad ciudadana o de violencia en las calles, se destaca que hay problemas en nuestra educación, pues no ha formado en actitudes ni en valores. Sin embargo, en la práctica se sigue implementando la “moratoria curricular”, últimamente se ha invisibilizado la Tutoría y nada se dice de la violencia que se inculca en la televisión y en los juegos. Nuestros niños están siendo deformados para ser violentos y matar con placer, como un juego. Nadie dice nada sobre esto y la responsabilidad de los medios de comunicación social y los políticos. Sintomáticamente, en el último balance sobre el PEN que nos ha entregado el CNE (junio 2015), se han olvidado de evaluar el sexto Objetivo Estratégico del PEN sobre “sociedad educadora”.
·       Para plasmar una orientación de formación integral, hay que hacer cirugía mayor. Un punto clave de cambio, es lo que se postula en los currículos, aunque para los miembros del actual Consejo Nacional de Educación “el currículo no es el factor determinante de la calidad de la educación, pero ayuda a logararla” (10).
·       Por otro lado, importa formar “para la vida”, como se establece en Incheón. La visión que se tiene actualmente es quedarse en “logros de aprendizaje”, sin establecer el “para qué” de los aprendizajes logrados. Nuestra educación debe organizarse en función a finalidades con historicidad, promoviendo sujetos formados con integridad en sus diversas dimensiones.

6.     Educación gratuita
·       Dice la Declaración de Incheón: “… Provisión de 12 años de educación primaria y secundaria de calidad, equitativa y gratuita, financiada con fondos públicos…”.
·       En 1997, el INEI-ENNIV alertó que las familias peruanas aportaban el 33.78% de los costos para que sus hijos estuviesen en educación básica. Cinco años después, un estudio del actual Ministro de Educación y de Pablo Suárez corroboró esta versión de la no existencia de gratuidad plena en la educación básica. Las familias –según Saavedra-Suárez- aportan la tercera parte de los costos en educación básica.
·       En lo que va del siglo XXI, la pérdida de la gratuidad de la educación se ha incrementado sustantivamente en el Perú, de manera directa e indirecta. El aumento de la privatización de la educación (inicial y superior van a la cabeza) hace recaer todos los costos de la educación en las familias. Inclusive el positivo aumento de horas de clase (2015) genera mayores gastos a los padres de familia.
·       Una educación con calidad, equidad y pertinencia –para ser gratuita- requiere casi duplicar el actual costo por alumno.

HONRAR LOS COMPROMISOS
“La educación de calidad es un factor esencial del desarrollo sustentable. Necesitamos decisiones sin precedentes. América Latina se ha  comprometido a dedicar a la educación el 6% del PBI ó el 20 % del presupuesto nacional", señaló el Ministro de Educación del Perú, Jaime Saavedra, al hablar en nombre de los países de América Latina y el Caribe en la ceremonia de clausura del el Foro Mundial de Educación, realizado en Incheón, Corea.
Ya en el Perú, el Ministro Saavedra debería liderar el cumplimiento de los compromisos asumidos. En Incheón, para la elaboración de los compromisos hubo sinergia entre representantes de los gobiernos y de la sociedad civil. En la concreción nacional de los compromisos, debería darse similar sinergia.


(1)    Por la Sociedad Civil, estuvo presente nuestra amiga Madelaine Zúñiga Castillo. Al Ministro Saavedra lo acompañó el señor Felipe Valencia.
(2)    En una segunda entrega, haremos un análisis de algunos compromisos específicos.
(3)    En las citas, usaremos  momentáneamente una traducción no oficial de la Declaración de Incheón.
(4)    INEI (2014). Primera Encuesta Nacional Especializada sobre Discapacidad 2012.  Este estudio nos reporta 1’575,402 personas con discapacidad. Además, nos brinda el porcentaje de esta población (de 3 a más años) que asiste a alguna institución educativa.
(5)    Para fines de diciembre 2014, el Sistema de Información a la Gestión de la Educación Básica Especial solamente tenía registrados 9,362 estudiantes con NEE, según el balance que ha hecho el CNE sobre la gestión educativa del 2014.
(6)    La tasa bruta de asistencia escolar de la población de 6-11 años de edad, es la proporción de población de 6 a 11 años  que asiste a algún grado de educación escolar. La “tasa neta” se refiere a la proporción que estudia solamente en educación primaria.
(7)    Hay múltiples razones: Niños que trabajan y no pueden estudiar de día (ahora tampoco lo pueden hacer de noche en los CEBA); hay adolescentes que salen embarazadas y ya no pueden ni quieren ir al turno de día; y hay un 24.8% de quienes niños y adolescentes que dejan de estudiar porque sacaban bajas notas y ya no les interesa el estudio. Este último dato corresponde al INEI-ENAHO 2013.
(8)    Usamos la categoría “retiro” y no  “deserción” escolar, como algunos dicen. Nuestros Niños/as no ser “desertores”, sino expulsados por el sistema vigente.
(9)    Datos del autor, tomando como  base la información del RUPIN-RENIEC, al 31-12-2013. Las cifras que presentamos difieren de la ex – DIGEBA, a pesar que se usa la misma fuente. La diferencia de alrededor de 3 millones se debe  porque los datos del MINEDU  olvidan a las personas que tienen “educación primaria completa” y además consideran con “secundaria incompleta” a personas desde los 14 años. Nuestro estimado asume la información de secundaria incompleta, a partir de los 18 años.
(10)  CNE (2015). Proyecto Educativo Nacional. Balance y recomendaciones 2014. Lima, CNE, p. 19.