domingo, 22 de agosto de 2010

DILEMA: ¿EL TRABAJO O LA NUEVA LEY DE CPM?

Este domingo 22 de agosto, cerca de 200 mil docentes han rendido pruebas de evaluación para nombramiento en alguna plaza magisterial. El Ministerio de Educación (MED) anunció este concurso público, señalando que se “aplicará la prueba nacional clasificatoria a 198 mil 676 profesores de las 26 regiones del Perú, que buscan ingresar al primer nivel de la nueva Ley de Carrera Pública Magisterial” (destaque nuestro). ¿Será verdad que los maestros se presentan al concurso porque aceptan la nueva Ley de Carrera Pública Magisterial (LCPM) o simplemente porque quieren tener un trabajo o mejores condiciones de trabajo?

¿QUIÉNES SE PRESENTAN?

1. La RM Nº 199-2010-ED convocó para el nombramiento en 20 mil plazas. Según el MED se inscribieron 198676 aunque no sabemos cuántos de hecho rindieron la prueba clasificatoria para pasar a otra etapa posterior (1). ¿Quiénes se han presentado a este concurso? Digamos una genérica perogrullada: ¡Se presentan para ser nombrados en el sector público, los docentes que reúnen el requisito de tener título pedagógico o título profesional en educación, pero que no están en la situación de nombrados! El nombramiento recién se hará efectivo el próximo año (2011).

2. De acuerdo a la Resolución Jefatural de la ONPE Nº 044-2010-J-ONPE (09-03-2010), existen actualmente unos 484 mil 128 docentes colegiados. Todos ellos tienen título pedagógico o profesional en educación; sin embargo, no todos los titulados se encuentran colegiados, pues en los tres últimos años la colegiatura del magisterio fue ninguneada por el actual Gobierno. De allí que tengamos un estimado de no menos de 80 mil docentes titulados que no están colegiados.

3. Del total de colegiados, estimamos que unos 38 mil 500 se encuentran en situación de cesantes y unos 272 mil 930 están nombrados en el sector público. Los 172 mil 698 docentes colegiados restantes y los 80 mil docentes titulados no colegiados: o se encuentran en calidad de contratados en el sector público y privado o simplemente están sin empleo. De este bloque de 252 mil 698 de docentes contratados o desocupados salen los que postulan para algún nombramiento en el sector público.

4. Quienes se presentan al actual examen de nombramiento están constituidos por: (a) Docentes contratados en el sector público y que reúnen el requisito de tener título pedagógico; (b) Docentes contratados en el sector privado y que reúnen el requisito de tener título pedagógico u otro título profesional; y (c) Docentes con título pedagógico que no tienen empleo ni en el sector público, ni en el sector privado.

A partir de nuestra Base de Datos, podemos decir que: (a) los docentes contratados en el sector público, con título pedagógico suman unos 19 mil 917; (b) los docentes contratados en el sector privado con título pedagógico ascienden a unos 95 mil; y (c) Los docentes con título pedagógico pero sin empleo, serían unos 137 mil 781.

5. No todos los 252,698 docentes en situación de contrato o desocupación se presentan al actual concurso de nombramiento en plazas del sector público. De este total, lo hace el 79%, de diverso origen y con motivaciones no siempre comunes. Creemos que la mayoría de los docentes con título pedagógico que están desocupados o que están contratados en el sector público se presentan al presente concurso. También lo hacen, un sector significativo de docentes contratados que laboran en el sector privado.

MOTIVACIONES

6. Por un lado, es evidente que los docentes desocupados no pueden perder una oportunidad de tener un trabajo y mucho más si ese trabajo se consigue en situación de “nombramiento”. Nadie puede oponerse al derecho que ellos tienen al trabajo. Las consignas del SUTEP o del Colegio de Profesores contra la nueva LCPM no pueden llegar a ellos, en contra su derecho a trabajar.

Durante el mes de julio estuve tres semanas “en el campo”. En una reunión con docentes rurales, uno de ellos me decía: “Yo acabo de ser nombrado para el I Nivel de la nueva ley de Carrera Pública Magisterial, pero yo soy del SUTEP y no de la ley. Yo necesito trabajar para dar de comer a mis hijitos… Estoy seguro que esa ley se va a cambiar”.

7. Por otro lado, tradicionalmente en el Perú, se ha relacionado el nombramiento en alguna plaza del Estado, a la seguridad y estabilidad laboral. Era como un seguro de por vida. De alguna manera, esta asociación queda en el subconsciente individual y colectivo, a pesar de la nueva LCPM, que la mayoría de docentes de base no conoce a cabalidad. Por ello, quienes están contratados, se preguntan y responden a sí mismos: ¿Qué es mejor estar nombrado o estar contratado? De lejos, la respuesta que se dan es la del nombramiento y mucho más cuando esta nueva situación laboral les va a permitir mejorar sus ingresos.

Hace un par de semanas, en una prestigiosa institución educativa particular, me invitaron a conversar con sus docentes. Me llamó la atención que la mayoría eran de maestros/as muy jóvenes. Pedí explicación a un amigo. Su respuesta fue interesante: ¡Se nos van para los nombramientos en el Estado, pues aquí solamente les ofrecemos contratos!

8. Por lo dicho, es falso afirmar que los concursantes al nombramiento en el Estado “buscan ingresar al primer nivel de la nueva Ley de Carrera Pública Magisterial”. Se trata de una falacia. Los maestros buscan trabajo, trabajo estable y trabajo mejor remunerado. No se ponen entre el dilema de aceptar un trabajo o aceptar la nueva LCPM. Simplemente prima en los docentes el ejercicio de su derecho al trabajo.
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(1) No todos los que se inscriben acaban dando la prueba.

1 comentario:

  1. Dada la situación en la que nos encontramos efectivamente para los maestros que postulan para el nombramiento, no hay otra salida ni otra alternativa para decidir es a la nueva carrera o simplemente se pierde la oportunidad de un puesto "estable", en el sector público.

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