Si concebimos la
educación como “fin” y como “medio” del Desarrollo Humano Sostenible,
necesariamente ella debería atender a la realización personal, pero también al
desarrollo socio-económico. En este sentido, la Educación Básica Alternativa
(EBA) debería tener un nexo entre lo social de los estudiantes y lo personal de
los mismos. En esta parte, vamos a referirnos a la demanda social de la EBA. .
La demanda social
por la EBA la abordaremos considerando: (a) Su necesidad desde el contexto
nacional y (b) La potencial demanda realmente existente. .
EL CONTEXTO NACIONAL
El Perú todavía se
organiza dentro de una economía primario-exportadora. La materia prima del país
se explota y exporta, sin darle un mayor valor agregado y, para ello, se
requiere formar personas con renovados saberes y competencias. Esta tarea no es
solamente de la Educación Superior (universitaria y no universitaria); sino del
conjunto del sistema educativo. La modalidad de EBA, incluyendo la educación
técnico-productiva, se pondría pantalones largos si se ubicase en esta
perspectiva. No solamente respondería a las expectativas de los estudiantes,
sino a las demandas estratégicas del país.
Según el “Plan
Bicentenario. El Perú hacia el 2021”:
“El desarrollo nacional requiere impulsar la diversificación y
sofisticación de la economía peruana, buscando una participación mucho más
sustantiva de las actividades manufactureras de alto valor agregado y nivel
tecnológico en el PBI nacional. Ello demanda fomentar un proceso de
industrialización… Las actividades que se consideran clave para diversificar la
estructura productiva y promover las industrias basadas en el conocimiento y la
tecnología son: la agricultura ecológica y las agroindustrias de exportación;
la minería y la transformación de metales estratégicos para la microelectrónica
(nanomateriales) y la robótica; la petroquímica y la producción de
fertilizantes; la exportación de energía con fuentes renovables; la pesca y la
acuicultura marítima y continental, así como sus industrias de transformación;
la producción y la transformación para
la exportación de celulosa y maderas con base a la reforestación de zonas
andinas y selváticas (lo que además permitiría la obtención de bonos de
carbono). También están incluidos los servicios de turismo cultural, de
aventura y gastronómico, y el servicio de salud y otros que se identificarán en
el camino… (Por ello) en el Perú se requiere, además, que la educación se
conecte adecuadamente con las necesidades del crecimiento económico y el
mejoramiento social y ambiental” (2)
“Desarrollar competencias en los jóvenes y adolescentes para lograr su
mejor desempeño en la sociedad peruana.
Del análisis de la vinculación
entre educación y competitividad se sostiene que la competitividad del país se
verá fortalecida en la medida que se cuente con ciudadanos que tengan las
competencias necesarias para hacer frente a las exigencias productivas y
sociales de la vida contemporánea” (3)
Aún más, no se
trata solamente de dar respuestas meramente economicistas a las demandas
educativas de la sociedad peruana. Importa que ella se postule con rostro
humano, dentro de una estrategia liberadora.
Desde nuestro
enfoque, no usamos la categoría “capital humano” para referirnos a las personas
con capacidades productivas. Sin embargo, existe una valiosa información
–usando esta categoría- que nos revela que en el Perú existiría un déficit
estimado de 862,750 personas técnicamente calificadas. Ver Gráfico (5).
Entre las
ocupaciones técnicas de mayor requerimiento formativo y que podrían ser
atendidas en lo inmediato por los CEBA y CETPRO están: la gastronomía, técnicos
agrícolas, turismo, cuidado medio ambiental, etc. La demanda existe; pero
realizar la oferta correspondiente a través de los CEBA y CETPRO exigiría
transformaciones profundas en estas instituciones. Los currículos, la formación
docente, la infraestructura-equipamiento, el presupuesto y la misma
organización educativa deberían cambiar. Obviamente esto supone cambios en los
decisores de política y no tendríamos
una EBA con enfoque remedial, sino como parte de una estrategia de
desarrollo nacional y regional.
LA POTENCIAL DEMANDA
Para el 2013, el INEI ha estimado que la población
peruana de 15 años y más asciende a los 21’276,470. Desde un enfoque amplio
de la EPJA, este total de Personas Jóvenes y Adultas deberían ser la potencial
demanda de la EPJA.
Hemos considerado, que, contextualizando la EPJA en
el Perú, no deberíamos incluir a quienes ya tienen educación superior
universitaria o no universitaria, completa o incompleta. De alguna manera, esta
población ya no requiere una educación remedial (de complementación a una
educación básica no realizada o incompleta). Y en la perspectiva de una educación
permanente, esta población con estudios superiores (universitarios o no
universitarios, completos o incompletos) debería tener la atención de las
instituciones de educación superior.
En realidad, el
número de la potencial demanda coincide con el tamaño de la Población
Económicamente Activa (PEA). Y este segmento poblacional debería tener a la
educación como “fin” y como “medio” de su desarrollo humano. Esto debería
traducirse en servicios de: alfabetización, de complementación de la Educación
Primaria y Secundaria y de Actualización permanente.
Con el anterior cierre de campo, hemos estimado que
la real demanda de la EPJA-EBA en el Perú, para el 2013, es de:
·
1’451,441 iletrados e iletradas;
·
1’183,185 con Educación Primaria incompleta;
·
4’665,805 con educación Secundaria incompleta; y
·
14’727,573 mayores de 15 años que requieren alguna
capacitación y/o actualización.
Ver Cuadro Nº 2.
Desde estas demandas sociales, destacamos tres derivaciones posibles:
a)
La necesidad de fusionar y –cuando menos- coordinar lo que se hace en los
CEBA y en los Centros de Educación Técnico-Productiva (CETPRO). Una fusión de
los CEBA y de los CETPRO sería recomendable, pero esto demandaría cambio en la Ley
General de Educación del 2003 (LGE, 2003) y su Reglamento, por ello, demandaría
tiempo. Mientras tanto, se debería hacer fusión como “coordinaciones” de
actividades.
b)
Urge modificar el currículo, contextualizado a las perspectivas de
desarrollo regional-nacional y de interculturalidad. Sin embargo, esto debería
darse considerando la posible fusión de CEBA-CETPRO y los requerimientos que
hacen los estudiantes actuales de los CEBA, como veremos en seguida.
c)
La EBA a nivel nacional debería adicionar a sus funciones actuales el de
poner en marcha la propuesta de “Programa de Actualización” establecida en el
modelo de “La Otra Educación…”.
(1) Tomado de CHIROQUE CHUNGA, Sigfredo y CONISLLA
CÁRDENAS, Oscar Ronny (2013). La
educación Básica Alternativa en el Perú”. Lima, IPP, p. 39-45.
(2) CEPLAN. Plan Bicentenario. El Perú hacia el 2021,
aprobado por Decreto Supremo N° 054-2011-PCM, Lima, CEPLAN, p. 12.
(3)
PCM. Plan nacional de competitividad. Perú, 2011. Lima, PCM, 2011.
(4)
Ver GARCÍA, Iván M. Inversión en el desarrollo de capacidades. Quito, Grupo Social Fondo
Ecuatoriano Populorum Progressio, 2012.
(5)
PERU ECONÓMICO. Mapa
de capital humano. Lima, Perú Económico, 23 de octubre 2013.
En la actualidad hay una tendencia de las políticas públicas de ir elimando la EBA. Bueno sería si el sistema educativo acoge a todos y todas los peruanos en la EBR, pero no es así. Se trata de una sostenida práctica de agonizarla con pocos recursos, poco material educativo, débil capacitación, déficit en aprendizaje. Para remate se protege los CEBA privados y se obstaculiza los CEBA público.
ResponderEliminarSigfredo, sería importante convocar a un movimiento pedagógico de docentes comprometidos con la EBa desde la perspectiva de Freire, por ejemplo, para asumir el denominado enfoque de Educación Popular.