Desde la última semana del
mes de agosto del presente año, vengo haciendo un balance de lo que está
sucediendo en la educación peruana durante el Gobierno del Comandante Ollanta
Humala. Hasta ahora hice cuatro entregas: (1)
Educación peruana: ¿cambios con Ollanta?; (2) Balance de la educación peruana:
sobre su finalidad; (3) Evaluando la educación peruana, desde un enfoque
holístico; y (4) La educación peruana se está privatizando. En esta quinta
entrega, presento un pequeño agregado al
último tema abordado, proporcionando algunos datos importantes sobre los
avances de la privatización en la educación universitaria.
La tesis central que estoy
analizando es que hay cambios significativos en las actividades del Ministerio
de Educación, pero que ellos no están alterando el modelo de educación, ni
mucho menos están apuntando a un nuevo modelo de sociedad. ¿Se podría hacer
algo más en el marco de un Gobierno que explícitamente apuesta por la propuesta
neoliberal en el campo económico?
DEMANDA
POR EDUCACIÓN SUPERIOR
Constatamos que la demanda
por educación superior es creciente en nuestra Patria. Dentro de la llamada
“meritocracia” se promueve el tener estudios para poder postular a algún
trabajo. La tradicional frase de nuestros padres a los hijos: “Los estudios son la mejor herencia que te
dejo” cobra importancia como nunca. Tener una profesión es una aspiración
de muchos adolescentes y jóvenes.
Sin los “cartones” ni
siquiera se puede postular a un empleo y no hay ingresos, lo cual condiciona
ser parte del mercado de consumo. Los adolescentes y jóvenes, así como la
población en su conjunto, ven como una necesidad el tener “cartones”, pues es
el requisito para ser alguien en una sociedad de consumo. Un joven me decía: “¿Qué soy, si no tengo tarjeta de crédito? Y
para ello, necesito un trabajo donde me
piden papeles”.
Pero la necesidad de los
estudios superiores, no solamente tiene una explicación mercantil. Una visión
de desarrollo estratégico de país también conlleva la formación de
profesionales y de técnicos. Y en este sentido, las aspiraciones personales se
empalman con las demandas sociales por avanzar en estudios superiores.
Del 2003 al 2010, en el
Perú, tuvimos 2’861,397 egresados de educación secundaria. Asumiendo esta
población como referencia, el 75.9% de ella se matriculó en estudios superiores;
y, específicamente, un 50.6% de ella ingresó a las universidades.
En una pequeña investigación
que estoy culminando sobre los Estudiantes de los Centros de Educación Básica
Alternativa, encuentro que un 53.3% de ellos están matriculados en los CEBAs
porque desean culminar su educación secundaria para proseguir estudios
superiores. En los diversos estratos, de la población hay una creciente demanda por proseguir estudios
superiores. Y en este marco, debería explicarse el crecimiento de la matrícula
de los estudiantes universitarios en general, pero también la inmediata
percepción del ”negocio” por parte del sector privado.
PRIVATIZACIÓN
UNIVERSITARIA EN CIFRAS
En 1985, teníamos 354,694
estudiantes en la Universidad peruana. Pasados 28 años, el número de
universitarios/as se ha multiplicado por 2.5. En este año (2013), ya ascienden
a los 897,577 (ver Cuadro N° 1). Sin embargo, los estudiantes de universidades
públicas se han multiplicado por 1.41; mientras que los de universidades
privadas se han multiplicado por 4.53, en ese período (1985 a 2013).
Cuadro N° 1
En 1985, el 64.4% de los
estudiantes universitarios estaba en universidades públicas y el 35.6% en
universidades privadas. Actualmente (2013), en términos absolutos y relativos,
los matriculados de la universidades particulares son más. Del total de 897,577 estudiantes que hay actualmente, unos
573,486 se encuentran en universidades privadas. Porcentualmente, se han
invertido los papeles: ahora (2013), solamente un 36.1% de matriculados
universitarios se encuentran en el sector público y un 63.9% en el sector
privado.
La privatización en la
matrícula universitaria se ha acelerado en los últimos 20 años. De 1985 a 1994,
el crecimiento de la matrícula universitaria fue de 1.41% al año; de 1995 al
2004, de 4.37%; y del 2005 al 2013, de 9.48% al año. Cerca de las 2/3 partes
del estudiantado universitario del país se encuentra en universidades particulares.
Durante el actual Gobierno, el proceso de privatización universitaria no
solamente se mantuvo, sino que se ha acelerado (de 62% en el 2011, se llegaría
al 66% en el 2015).
Cuando en el Congreso de la
República se debate una nueva Ley
Universitaria, a veces se obvia que se está legislando en este contexto de
privatización.
MANDA
EL NEGOCIO, NO LA SELECTIVIDAD.
Tomando los datos oficiales
de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR), hemos establecido un Índice de Selectividad desde el año
1985. Para ello, hemos comparado el número de postulantes con el número de
ingresantes (ver Cuadro N° 2).
Cuadro N° 2
Analizando los datos de la
ANR, podemos señalar que el Índice de Selectividad en las Universidades
públicas se ha mantenido sin mayores alteraciones en los últimos 30 años: De
cada 100 postulantes, ingresan unos 20 en universidades públicas, aunque hay
algunas con mayor rigurosidad en la selección de sus ingresantes. Es el caso de
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde en la década pasada
solamente un 8% de sus postulantes ingresaron y actualmente ese porcentaje está
disminuyendo a 7% (1)
En el caso de las
universidades privadas –salvo excepciones- el criterio de selectividad ha ido
perdiendo valor. Lo que importa es captar clientes para el “mercado” de
consumidores de los servicios universitarios. Por ello, en el año 1985, de cada
100 postulantes ingresaron 47 a la universidad privada; en el 2010, ingresaron 81;
y –en este año 2013- estarían ingresando 82. ¡Negocios son negocios!
La privatización de la
educación –salvo excepciones- no tiene fines de aporte social; sino que prima
el interés lucrativo. Y este modelo de privatización en la educación
universitaria no se ha alterado durante el actual Gobierno; por el contrario,
se está profundizando.
.......……..
(1) Ver
SIGFREDO CHIROQUE CHUNGA, En torno a la
educación preunivesitaria en el Perú. El caso de la UNMSM. Un estudio
diagnóstico. Lima, CEPREUNMS, 2010.
Con mucho dolor, debo decir que el presente estudio que
elaboré como una consultoría a la UNMSM fue –sin ningún sentido ético-
publicado por el CEPRE-UNMSM colocando autorías indebidas.
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