Hemos señalado puntos críticos de la Educación Peruana, al hacer un balance
de la misma durante la actual gestión del Comandante Ollanta Humala. Nuestros
informes anteriores han señalado los aspectos negativos en las políticas del
Ministerio de Educación (MED) y del conjunto del Gobierno, principalmente del
Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), desde donde se deciden muchas
políticas educativas. Sin embargo, debemos reconocer que hay muestras de mejora
en las remuneraciones docentes durante los dos últimos años, sin que esto
signifique que hay una real y profunda transformación en políticas de
desarrollo magisterial.
¿REFORMA MAGISTERIAL?
Recordemos que el borrador de la actual Ley Nº 29994 de Reforma Magisterial
salió de las oficinas del MED, como una propuesta de “Ley de Desarrollo Docente”. La categoría “desarrollo docente”
evidentemente va más allá de cambios en lo remunerativo. El borrador de Ley de
Desarrollo Docente, en Palacio de Gobierno y en el Congreso, le cambiaron de
nombre como “Ley de Reforma Magisterial”
(LRM). Es decir, se le dio una connotación más allá del “desarrollo
docente” y el Presidente Humala casi la
asume como sinónimo de “reforma educativa”.
Asumir los cambios en políticas magisteriales, como parte de las
transformaciones en la educación y en la sociedad, nos parece saludable. La
cuestión está en precisar este nexo. Por ejemplo, si asumiésemos que el país
debe enrumbarse hacia un proceso acelerado de industrialización, la educación en su conjunto debería reorientarse
para aportar en la concreción de este
propósito. Y obviamente, los docentes deberían tener una formación inicial y en
servicio acorde con esa opción estratégica de nuestra Patria. Si asumiésemos
que importa la afirmación cultural transformadora de nuestros Pueblos, la
interculturalidad crítica debería reflejarse en la práctica de todos los
docentes de la ciudad y del campo.
Cuando no hay “reforma” en los propósitos educativos, tampoco puede existir
una real “reforma magisterial”. Se aumentarán salarios, se buscará que los
docentes sean más eficientes en sus rutas
de promover aprendizajes, pero simplemente habrá mejoras focalizadas, sin
transformaciones de fondo.
A partir de lo que acabamos de señalar, no se nos debe entender que estamos
en contra de la mejora de haberes docentes en marcha, o del positivo concurso
de directores o de los planes para el magisterio que se exponen en el elegante
folleto “Perú Maestro”. Todos estos
cambios significativos cobrarían mayor sentido, si fueran parte de una gran transformación. Toda “reforma
magisterial” no puede justificarse per
se, sino como parte de cambios más profundos en la educación nacional y en
conjunto social.
RELATIVAS MEJORAS REMUNERATIVAS
De acuerdo a nuestra base de datos -antes
de promulgarse la aprista Ley de Carrera Pública Magisterial (LCPM) en julio
del 2007- el promedio de Remuneración
Líquida de los docentes peruanos llegaba a los 1087.29 nuevos soles corrientes. Conforme se fue implementando esta
LCPM, un sector del magisterio fue favorablemente tomando distancia del citado
monto promedio.
Del 2008 al 2011, se fueron formando
tres grupos docentes diferenciados en sus remuneraciones:
(a)
Grupo que se quedó en la Ley del Profesorado. Era la mayoría del magisterio
con una remuneración líquida de cerca 1,100 nuevos soles.
(b)
Grupo de contratados. Eran un 18% del magisterio nacional (unos 55 a 60 mil)
contratados cuyas remuneraciones se congelaron (hasta ahora) en alrededor de 1
mil nuevos soles, por debajo de la media nacional; y
(c)
Grupo de la LCPM (unos 55490). Representaban un 17% del magisterio nacional,
con remuneraciones por encima de la media remunerativa de los docentes del
país.
La Ley de Reforma Magisterial
unificó a dos grupos: A quienes estaban en la Ley del Profesorado y a quienes
estaban en la LCPM. Al realizarse esta unificación, se generó una mejora
relativa en quienes estaban en ambos grupos. Sin embargo, los docentes
contratados siguieron sin alteración salarial.
Como podemos ver en el Cuadro Nº 1,
los docentes provenientes de la Ley del Profesorado y de la LCPM tuvieron
mejoras interesantes, principalmente los primeros. Las Escalas V, VI, VII y
VIII duplican, triplican y/o hasta cuatriplican el promedio remunerativo de
1,087.29 que se tenía. Pero, todavía no hay ningún docente en la VII, ni en
VIII Escala Magisterial. Y en la V y VI Escala tenemos un número reducidísimo
de docentes que significan el 2.94% de quienes ya están en la LRM y apenas el
1.48% del total de docentes que laboran en el Sector Público del país. Por
ejemplo, a octubre del 2013, tienen una interesante Remuneración Bruta de
4,146.4 nuevos soles, unos 370 maestros de un total de 328,930 (0.04%).
Importa destacar el caso de los
docentes contratados. Como hemos visto en nuestra entrega anterior –dentro de
una estrategia de desregulación de la fuerza de trabajo- los docentes
contratados tienden a crecer en términos absolutos y relativos (para el 2013,
hemos estimado que representan el 23.6% del magisterio nacional). Pues bien,
mientras crece el número de contratados su salario está congelado y ellos
tienen poca capacidad de reclamo. La casi totalidad de dirigentes del SUTEP
pertenecen ahora a la LRM y han tenido mayores ingresos con esta Ley. Los
maestros/as contratados de 24 horas tienen una Remuneración Bruta de 956.8
nuevos soles; y quienes laboran con 30 horas, su Remuneración Bruta sube a
1,196 nuevos soles. Ver Cuadro Nº 2.
Mirando en su conjunto la situación
magisterial, podemos afirmar que la Remuneración
Líquida del promedio de docentes es
ahora de 1,337.8 nuevos soles. Si antes el promedio era de 1087.29 nuevos soles corrientes,
podemos afirmar que –hasta ahora- se ha dado un real incremento salarial de 250.51 nuevos soles en el promedio del
magisterio nacional. Se ha dado un positivo incremento equivalente al 23.04% en
las remuneraciones (líquidas) de los docentes peruanos/as.
Las mejoras salariales antes
mencionadas pueden modificarse positivamente en los próximos meses, si se
concretizan tres medidas ya previstas por el MED: (a) Otorgamiento de
interesantes bonificaciones a quienes ganen el concurso de directores en
proceso de ejecución; (b) Reajuste de haberes, a quienes ganen en el concurso
de ascensos; y (c) Concreción de algunas asignaciones y estímulos desde 01 de
enero 2014 (X Disposición complementaria de la LRM). Hablamos en condicional,
toda vez que el MEF viene demostrando que es el gran decisor en la concreción
de las políticas sectoriales.
El pauperizado magisterio peruano ha sentido el impacto de la puesta en
marcha de la LRM. En lo concreto, ha percibido que su capacidad de gasto ha
mejorado en cerca del 25% y esto le ha hecho olvidar varios componentes
discutibles de la LRM.
Dentro del marco de la “neocolonialidad del poder”, los docentes también
han sido ganados por el consumismo. Por ello, el anterior incremento ha sido
muro de contención a las luchas magisteriales en el 2013 (con otras
determinaciones, como la división gremial). Ninguna de las tendencias ha podido
oponerse a la necesidad de ganar más que tienen los docentes. Justamente para
lograr este propósito, eligen a los dirigentes sindicales, sin considerar su
nivel de profesionalismo, ni opciones políticas. El maestro de base (ganado por
el consumismo) apoya a quien le ayuda a lograr sus intereses economicistas.
Sin embargo, podría repetirse el fenómeno sucedido durante el Gobierno del
Dr. Alejandro Toledo. Entonces, hubo mejoras sustantivas en las remuneraciones
docentes; pero -al darse de manera aislada- los docentes realizaron una de las
huelgas más importantes en el 2003. A partir de nuestros estudios de campo,
este movimiento se explicaba en que los maestros ya no luchan porque se están
pauperizando. Lo hacen “para ganar más y
consumir más”.
Desde este análisis, no bastan cambios remunerativos en el magisterio
peruano. Esta importante condición (mejorar sus salarios) debe ser parte de
políticas de transformación profesional, social, ideológica, política y de
organización gremial de los docentes en el Perú.
Por fin vemos mejoras. La interrogante es a cambio de qué. Celebro las mejoras tan buscadas desde hace tanto tiempo. Ojalá siga para arriba.
ResponderEliminarDesde México, Oscar Ugarteche -un gran economista peruano- nos dice "a cambio de qué" los docentes estamos recibiendo aumentos. Una respuesta simple podría ser: "a cambio del trabajo que hacemos sin adecuada retribución". Pero, quienes tenemos compromiso con la transformación social, quisiéramos que las mejoras salariales docentes se amarrasen también a este cambio de modelo social.
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